Los combates en la capital de Sudán se intensificaron el miércoles con encarnizados enfrentamientos y ataques aéreos, según dijeron varios testigos, mientras las delegaciones de las facciones enfrentadas proseguían las conversaciones en Arabia Saudita para tratar de conseguir un alto el fuego y ayuda humanitaria.
Varios residentes informaron de combates terrestres en varios barrios de Jartum entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, pro sus siglas en ingles), así como de intensos tiroteos en el norte de Omdurmán y el este de Bahri, dos ciudades adyacentes a Jartum separadas de esta por el río Nilo.
El ejército sudanés también ha estado bombardeando diversos objetivos desde el martes en las tres ciudades, en su intento de erradicar a las fuerzas de las RSF, que se han hecho con el control de grandes zonas residenciales y lugares estratégicos desde el comienzo del conflicto, que estalló el 15 de abril.
Desde finales de la semana pasada, delegaciones del ejército y de las RSF están manteniendo reuniones en Yeda, ciudad portuaria saudita del mar Rojo, para mantener unas conversaciones en las que Estados Unidos y Arabia Saudita actúan como mediadores.
El conflicto ha creado una crisis humanitaria en el tercera país más grande de África, forzando el desplazamiento de más de 700.000 personas dentro del país y provocando la huida de otras 150.000 a países vecinos. También ha provocado disturbios en la región de Darfur, en el oeste de Sudán.
Las negociaciones entre las facciones enfrentadas pretenden garantizar una tregua efectiva y permitir el acceso de los trabajadores de ayuda humanitaria y suministros, después de que los repetidos anuncios de alto el fuego no consiguieran detener los combates, dejando a millones de personas atrapadas en sus hogares y barrios.
Los conflictos no son una novedad en Sudán, un país situado en una encrucijada estratégica entre Egipto, Arabia Saudita, Etiopía y la inestable región del Sahel.
Pero la mayoría de los disturbios del pasado se produjeron en zonas remotas. Esta vez, los intensos combates en Jartum, una de las mayores ciudades de África, han hecho que el conflicto sea mucho más alarmante para los sudaneses.
