¡El «Camaleón» que paró el tráfico y vació el Intrant! 🚦
La Red del Sabotaje y el Negocio del Semáforo
¡Agárrense, que el Ministerio Público ha soltado una bomba que huele a asfalto caliente y billetes fríos! El protagonista de esta trama, digna de una serie de Netflix, es José Ángel Gómez Canaán (Jochi), quien junto al exdirector del Intrant, Hugo Beras, y un séquito de acusados, enfrenta un pliego de cargos que incluye desde sabotaje a la red semafórica (¡sí, a la que nos vuelve locos a todos!) hasta terrorismo, lavado de activos y estafa al Estado.
El expediente revela una jugada maestra: un presunto desfalco que habría usado el Intrant, la entidad encargada de que el tránsito fluya (o no), como una verdadera máquina de hacer dinero. Jochi Gómez, el cerebro detrás de esta orquesta, habría movido los hilos a través de siete empresas de su propiedad o controladas por él.
Las Siete Magníficas… del Fraude
Estas compañías no eran precisamente ‘startups’ innovadoras, sino la artillería pesada para drenar las arcas públicas con supuestos «contratos fraudulentos» y «servicios inexistentes o sobrevaluados».
Empresa Rol «Alegado» en la Trama (Según el MP) El Delito «Picante»
Transcore Latam: Ejecutora de contratos millonarios y poseedora de los controles remotos de la red semafórica. ¡La que supuestamente hizo el sabotaje! Sabotaje, Estafa Agravada, Lavado de Activos.
PagoRD Xchange: Creada para gestionar pagos electrónicos, pero se habría apropiado indebidamente de ingresos públicos bajo pretexto de cobrar comisiones. Apropiación Indebida, Estafa al Estado, Lavado de Activos.
Dekolor S.R.L: La que supuestamente consolidó el monopolio de licencias de conducir con adendas y sobrevaluaciones. Manipulación de tarifas y sistemas, Estafa al Estado.
Aurix S.A.S.: Falsa firma de seguridad/inteligencia. Su verdadera función: Espionaje, sabotaje tecnológico e interconexión ilícita de sistemas (videovigilancia y semáforos) a la red privada de Jochi. Terrorismo, Sabotaje a infraestructuras críticas.
OML INVERSIONES: La clásica «empresa de papel» para el encubrimiento patrimonial. Usada para comprar apartamentos de lujo (como el Logroval XVI) y villas con dinero «extraído» del Estado. Vehículo directo de Lavado de Activos y Enriquecimiento Ilícito.
Inprosol: «Vehículo financiero» que movía y ocultaba fondos ilícitos entre las empresas del entramado. Empresa de Paso (Lavado de Activos).
Industria Soltex: Recibía fondos ilícitos para «reintroducirlos» en la economía formal, apoyando operaciones de contrabando y lavado transnacional. Pieza de Apoyo Financiero (Lavado y Contrabando).
La acusación más rimbombante es, sin duda, la de terrorismo y sabotaje a infraestructuras críticas por el apagón semafórico de agosto de 2024. ¡Imaginen la escena! Mientras miles de dominicanos sudaban la gota gorda en los tapones, el MP alega que todo fue un acto calculado y con alevosía, orquestado desde la red privada de Jochi Gómez a través de Transcore Latam y Aurix S.A.S.
Además, a este entramado se le atribuye el contrabando de equipos de espionaje para las elecciones durante la pandemia del COVID-19. O sea, el negocio era redondo: controlar la calle, controlar el dinero y, de paso, tener ojos y oídos donde no debían.
Aunque Jochi Gómez fue detenido en octubre de 2024 y se le dictó prisión preventiva inicialmente, la justicia dominicana, con esa rapidez que la caracteriza, lo dejó en libertad en noviembre del mismo año, tras el pago de una fianza de cinco millones de pesos. Una suma que, según el propio expediente, parece una propina comparada con los montos que supuestamente se obtuvieron de forma irregular para comprar inmuebles de «alto valor».
La Pregunta del Millón: Con el Intrant bajo la lupa, siete empresas acusadas de ser vehículos de fraude y lavado, y cargos tan serios como terrorismo y sabotaje, ¿logrará el Ministerio Público demostrar que Jochi Gómez fue el gran Camaleón que cambió de color para ocultar su fortuna y paralizar, literalmente, a la capital? El show apenas comienza.
