Aunque la asistencia fue menor en comparación con años anteriores, la celebración transcurrió con gran fervor religioso, marcada por restricciones de seguridad y el calor humano de los fieles que llegaron desde distintos puntos del país.
Al ser abordado por los medios de comunicación antes de la eucaristía, monseñor Morel Diplán invitó a los dominicanos a reflexionar sobre la realidad social y a comprometerse con la construcción de una convivencia más humana y solidaria.
“La Virgen de las Mercedes, madre de la misericordia, nos llama a mirarnos a nosotros mismos y a nuestra nación. Como sociedad hemos avanzado en lo tecnológico, pero estamos retrocediendo en lo humano. Es la familia la que debe ser el centro de formación de ciudadanos responsables”, expresó.
Asimismo, exhortó a que el pueblo dominicano asuma una actitud de respeto, cuidado mutuo y rechazo a la violencia, recordando que la fe debe inspirar una vida más sana y organizada.
Por su parte, la vicepresidenta Raquel Peña conversó con los medios de comunicación y destacó el valor espiritual de esta festividad.
“Para mí es un día grande y especial. Desde niña vine muchas veces a este santuario por promesas familiares, y sé lo que significa para todos los dominicanos. La Virgen de las Mercedes intercede por nosotros y, con su poderosa fe, confiamos en que Dios nos concederá lo que le pedimos”, afirmó.
Peña resaltó la tradición de miles de devotos que, durante varios días, acuden en peregrinación a La Vega como muestra de fe y devoción.
Incidente de salud durante la misa
Al inicio de la eucaristía, un hombre sufrió un desmayo y fue trasladado rápidamente por las unidades de emergencia presentes hacia una de las ambulancias, donde recibió asistencia médica
