Un dirigente de la Yihad Islámica palestina murió el martes bajo custodia de Israel tras 87 días de huelga de hambre, según informaron las autoridades, la primera víctima mortal de este tipo en más de tres décadas.
La facción islámica juró venganza tras su muerte, que podría disparar las tensiones en torno a la Franja de Gaza.
Khader Adnan, que estaba a la espera de juicio, fue hallado inconsciente en su celda y trasladado a un hospital, donde fue declarado muerto tras los esfuerzos por reanimarlo, informó el Servicio de Prisiones de Israel. Las autoridades israelíes añadieron que se Adnan negó a someterse a cualquier evaluación o tratamiento médico.
Cientos de personas salieron a las calles de Gaza para manifestarse en apoyo de Adnan y lamentar su muerte, mientras que el ejército israelí dijo que se habían disparado tres cohetes contra Israel desde suelo gazatí.
Desde 2011, Adnan había llevado a cabo al menos tres huelgas de hambre en protesta por las detenciones sin cargos por parte de Israel. La táctica ha sido utilizada por otros presos palestinos, a veces en masa, pero ninguno había muerto desde 1992.
Refutando la versión del Servicio de Prisiones de Israel, el abogado de Adnan, Jamil Al-Khatib, acusó a las autoridades israelíes de negarle atención médica, una acusación a la que se unió un médico de un grupo de defensa de los derechos humanos que se reunió recientemente con el fallecido.
«Exigimos que se lo trasladara a un hospital civil donde se le pudiera hacer un seguimiento adecuado. Lamentablemente, tal exigencia fue respondida con intransigencia y rechazo», declaró Al-Jatib a Reuters.
Adnan, de 45 años, era natural de Yenín, en el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania. Fuentes de la Yihad Islámica dijeron que era uno de sus dirigentes políticos. La facción tiene una presencia limitada en Cisjordania, pero es el segundo grupo armado más poderoso en Gaza, gobernada por Hamás, donde las fuerzas israelíes libraron una breve guerra en su contra el pasado agosto.
Lina Qasem-Hassan, de Médicos por los Derechos Humanos Israel, dijo que vio a Adnan el 23 de abril, momento en el que había perdido 40 kilogramos y tenía problemas para respirar, pero estaba consciente.
«Su muerte podría haberse evitado», declaró Qasem Hassan a Reuters, afirmando que varios hospitales israelíes se negaron a admitir a Adnan tras sus breves visitas a sus salas de urgencias.
El Servicio de Prisiones de Israel dijo que la hospitalización no había sido una opción, ya que Adnan se había negado «incluso a una inspección preliminar».
Según la Asociación de Presos Palestinos, Adnan había sido detenido por Israel en 12 ocasiones y pasado unos ocho años en prisión, en su mayoría bajo la denominada «detención administrativa», o detención sin cargos.
Israel afirma que este tipo de detenciones son necesarias cuando las pruebas no pueden revelarse ante un tribunal debido a la necesidad de mantener en secreto las fuentes de los servicios de inteligencia. Los palestinos dicen que estas detenciones niegan el debido proceso legal.
Esta vez, Adnan fue detenido y procesado en un tribunal militar israelí por cargos que incluían vínculos con un grupo proscrito e incitación a la violencia, según informó el Servicio de Prisiones de Israel.