Keiko Fujimori, hija del exmandatario peruano Alberto Fujimori y excandidata presidencial, enfrenta un juicio por lavado de dinero y sobornos conectados con el caso Lava Jato, que incluye pagos irregulares efectuados por ejecutivos de la empresa brasileña Odebrecht, que reconoció haber pagado cientos de millones de dólares en Latinoamérica para obtener contratos para obras y como operaciones para financiar campañas electorales e influenciar el resultado de elecciones. La política, investigada por aportes para sus campañas electorales de 2011 y 2016, también es acusada de liderar una organización criminal.