Darío Villamizar Herrera, exguerrillero del M-19 y escritor de Colombia, fue designado por el presidente Gustavo Petro como nuevo embajador en República Dominicana.
En declaraciones a la prensa, Villamizar dijo que el presidente colombiano Gustavo Petro tiene gran interés en reforzar los lazos económicos y culturales con los países del Caribe, como la República Dominicana, y actuar de forma conjunta en temas de interés mutuo, como el restablecimiento de la democracia en Haití.
Villamizar Herrera, politólogo especializado en análisis de conflicto armado, fue juramentado por Petro el pasado 12 abril junto a los designados en varios países, como Ecuador, Jamaica, Trinidad y Tobago, Portugal e India. Y según publicó la embajada de Colombia en el país, tomó posesión de la legación hace una semana.
El ex guerrillero fue asesor de reincorporación de excombatientes de las Naciones Unidas; directivo de Corporación Medios para la Paz, miembro de Latin American Studies Association (LASA) y del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
Cuenta con título en la Universidad del Valle, con énfasis en resolución de conflictos, y con un postgrado en Acción sin Daño y Construcción de Paz en la Universidad Nacional de Colombia.
Villamizar, que aun no ha presentado credenciales en República Dominicana frente al presidente Luis Abinader como se estila, ha escrito varios libros: Las guerrillas en Colombia (2016), Jaime Bateman: biografía de un revolucionario (2015) y el más reciente Crónica de una guerrilla pérdida sobre la fracasada incursión del M-19 en el Chocó.
El M-19 fue una organización político-militar urbana, nacionalista, antiimperialista y antioligárquica, que surgió después de las elecciones del 19 de abril de 1970.
La actuación del M-19 se materializó en operaciones de gran impacto público, como el robo de la espada de Bolívar (1974), el robo de por lo menos 5,000 armas del Cantón Norte (1 de enero de 1979), y la toma de la Embajada de República Dominicana (1980), un día en que estaban reunidos varios embajadores, entre otros el de Estados Unidos. La toma duró dos meses y concitó el interés y la curiosidad de los bogotanos, y terminó sin derramamiento de sangre.
A este grupo perteneció el actual presidente de Colombia Gustavo Petro.
