Petro pone el dedo en la llaga: Gaza, el Caribe y la “guerra de la codicia contra la vida”
TeclaLibre Digital
En el foro sobre financiación climática de Naciones Unidas, el presidente colombiano Gustavo Petro no se guardó nada. Denunció lo que considera un doble patrón global: la ofensiva israelí sobre Gaza y los ataques aéreos ordenados por Donald Trump en aguas caribeñas. Para Petro, ambos hechos son piezas del mismo tablero: una guerra planetaria que no se libra contra criminales, sino contra pueblos pobres.
Petro relató que misiles estadounidenses han caído sobre lanchas rápidas en el Caribe, dejando un saldo de jóvenes muertos, desarmados, bajo el pretexto de frenar al narcotráfico. “No fue una guerra contra los narcotraficantes”, sostuvo, “fue —y sigue siendo— la política del norte contra el sur”. La acusación no solo se refiere a Venezuela, también apunta al propio territorio colombiano: San Andrés y Providencia como piezas sacrificadas en un ajedrez global.
Washington decidió no certificar a Colombia como país cooperador en la lucha antidrogas. No pasaba desde hace tres décadas. Para Petro, no es un tema técnico: es la señal de un castigo político. Lo interpretó como “descertificación personal”, acompañada del encarcelamiento masivo de jóvenes caribeños y el hostigamiento contra quienes apenas sobreviven en economías informales.
El mandatario enlazó el drama palestino, la crisis migratoria y el fracaso climático como expresiones de un mismo modelo. Un norte que consume lujos, expulsa migrantes y dispara misiles; un sur que pone los muertos, los encarcelados y los desplazados. Para Petro, Gaza no es un hecho aislado: es la vitrina de lo que vendría a escala planetaria.
Petro habla de “barbarie” y de una “guerra de la codicia contra la vida”. Palabras que descolocan tanto en Washington como en Bruselas, pero que encuentran eco en las grietas del sur global. Su voz no es neutra: confronta, señala y acusa. Y al hacerlo, expone una verdad incómoda para los grandes centros de poder.
El presidente colombiano puso en la misma frase a Gaza, al Caribe y a la Casa Blanca. La pregunta que queda flotando es sencilla: ¿quién decide dónde caen los misiles y sobre quién se escriben las condenas?
-Luis Rodriguez Salcedo para TeclaLibre-
rodriguezsluism9@gmail.com https://teclalibremultimedios.com/category/portada/
