Por Fernando Peña. Negarlo es una tozudez, una nueva generación se prepara para gobernar. Leonel, Danilo y Miguel, con ellos quienes le han acompañado a gobernar o dirigir de su generación, deben hacer la transición sin traumas si es que quieren que se preserven sus instrumentos partidarios por varias décadas más. La rueda de la historia no hay fuerza humana que la detengan. Indiscutible, que independiente de valoraciones de su gestión de gobierno, con Luis Abinader se inició la histórica transición política, de nueva cara, nueva generación sucesoral. A los nuevos dirigentes les toca asumir el liderazgo y candidaturas presidenciales de su partidos políticos, que aunque carecen de las credenciales épicas de sus padres, de los líderes históricos, los nuevos tiempos, los tintes epocales lo empujan a la sucesión, ojalá este cambio se de en consenso y que partidos y líderes logren ganarse en la práctica el apoyo de los partidarios y los ciudadanos.
