El inicio de 2025 en Estados Unidos está marcado por la promesa del presidente electo, Donald Trump, de llevar a cabo la mayor operación de deportación de extranjeros en la historia del país. Aunque las cifras oficiales estiman alrededor de 11 millones de indocumentados, Trump ha mencionado números de hasta 25 millones, sin especificar cuántos planea deportar.
De cumplir su mayor promesa de la campaña que lo devolvió a la Casa Blanca, 2025 será el año de las deportaciones. El presidente electo ganó sus segundas elecciones presidenciales con un mensaje virulentamente anti inmigrante cuya propuesta central es llevar a cabo la mayor operación de expulsión de extranjeros en la historia del país.
Durante su primer mandato, Trump implementó políticas migratorias controvertidas, como la separación de familias en la frontera, y aunque deportó a menos personas en números absolutos que sus predecesores, lo hizo de manera indiscriminada. En su retorno al poder, su enfoque parece centrarse más en la expulsión de indocumentados que ya residen en el país, en lugar de únicamente reforzar la seguridad fronteriza.
Esta postura ha generado preocupación entre comunidades inmigrantes y defensores de los derechos humanos. Organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) han expresado su intención de desafiar legalmente estas medidas, argumentando que muchas de las políticas propuestas podrían ser ilegales.
Además, expertos señalan que las deportaciones masivas podrían tener implicaciones económicas significativas. Los inmigrantes indocumentados contribuyen a la economía estadounidense en diversos sectores, y su expulsión podría afectar áreas como la agricultura, la construcción y los servicios.
En este contexto, es fundamental que las personas potencialmente afectadas se mantengan informadas y busquen asesoría legal para comprender sus derechos y las opciones disponibles.
En este contexto, veamos lo que dice este reporte que hace Telemundo:
En 2024, Estados Unidos incrementó significativamente las deportaciones de ciudadanos de Venezuela, Colombia y países de Centroamérica.
Colombia registró un récord histórico con 14,268 deportaciones en 2024, un aumento notable en comparación con los 9,866 casos de 2023 y los 3,753 de 2022.
Venezuela Alcanzó 12,921 deportaciones en 2024, superando las 5,651 de 2023 y las 1,600 de 2022, reflejando un incremento constante en los últimos años.
Guatemala lideró con 66,435 deportaciones en 2024, un aumento significativo respecto a las 20,179 de 2023 y las 6,612 de 2022.
Honduras registró 45,923 deportaciones en 2024, en comparación con 22,274 en 2023 y 6,309 en 2022.
El Salvador sumó 15,284 deportaciones en 2024, incrementando desde 8,310 en 2023 y 7,231 en 2022.
Además, en las últimas semanas de 2024, el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. realizó más de 30 vuelos de repatriación a Venezuela y países de Centroamérica, deportando a miles de migrantes irregulares.
Todo esto refleja un endurecimiento en las políticas migratorias de Estados Unidos, con un aumento notable en las deportaciones hacia América Latina y el Caribe.