NUEVA YORK (AP) — Wall Street volvió a alcanzar niveles récord el viernes para culminar un agotador viaje de ida y vuelta de dos años marcado por una alta inflación y preocupaciones sobre una recesión que parecía inevitable pero que no ha llegado.
El S&P 500, que es la pieza central de muchas cuentas 401(k) y la principal medida que utilizan los inversores profesionales para evaluar la salud de Wall Street, subió un 1,2% a 4.839,81. Borró la última de sus pérdidas desde que estableció su récord anterior de 4.796,56 a principios de 2022. Durante ese tiempo, cayó hasta un 25% a medida que la inflación se disparó a niveles no vistos desde que Thelonious Monk e Ingrid Bergman todavía estaban vivos en 1981.
Incluso más que la alta inflación misma, el temor de Wall Street se centró en la medicina que la Reserva Federal utiliza tradicionalmente para tratarla. Se trata de altas tasas de interés, que frenan la economía al encarecer el endeudamiento y perjudicar los precios de las acciones y otras inversiones. Y la Reserva Federal elevó rápidamente su tasa de interés principal desde prácticamente cero a su nivel más alto desde 2001, en un rango entre 5,25% y 5,50%.
Históricamente, la Reserva Federal ha ayudado a inducir recesiones mediante dichos aumentos de las tasas de interés. Al comenzar el año pasado, la expectativa generalizada en Wall Street era que esto volvería a suceder.
Pero esta vez fue diferente, o al menos lo ha sido hasta ahora. La economía sigue creciendo, la tasa de desempleo sigue siendo notablemente baja y el optimismo está aumentando entre los hogares estadounidenses.
Después de dispararse cuando las cadenas de suministro enredadas causaron escasez debido a los cierres por el COVID-19, la inflación se ha estado enfriando desde su pico hace dos veranos. Se ha aliviado tanto que la pregunta más importante de Wall Street ahora es cuándo comenzará la Reserva Federal a reducir las tasas de interés.
Tales recortes de tasas pueden actuar como esteroides para los mercados financieros, al tiempo que liberan la presión acumulada sobre la economía y el sistema financiero.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro ya se han relajado significativamente debido a las expectativas de recortes de tasas, y eso ayudó a que el repunte del mercado de valores se acelerara bruscamente en noviembre. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó el viernes al 4,13%, y está muy por debajo del 5% que alcanzó en octubre, que fue su nivel más alto desde 2007.
Por supuesto, algunos críticos dicen que Wall Street se ha adelantado una vez más al predecir qué tan pronto la Reserva Federal podría comenzar a recortar las tasas de interés.
«El mercado es adicto a los recortes de tipos», dijo Rich Weiss, director de inversiones de estrategias de activos múltiples de American Century Investments. «Simplemente no pueden tener suficiente y se concentran de manera miope en ello».
En repetidas ocasiones desde que la Reserva Federal comenzó esta campaña de subida de tipos a principios de 2022, los operadores se han apresurado a pronosticar una próxima flexibilización de los tipos, solo para decepcionarse cuando la alta inflación resultó ser más persistente de lo esperado. Si eso vuelve a suceder, es posible que sea necesario revertir los grandes movimientos al alza de las acciones y a la baja de los rendimientos de los bonos.
Esta vez, sin embargo, la propia Reserva Federal ha insinuado que se avecinan recortes de tipos, aunque algunos funcionarios han indicado que podrían comenzar más tarde de lo que espera el mercado. Los operadores están apostando a que la Fed comience a recortar en marzo, casi al aire, según datos de CME Group.
«La verdad probablemente esté en algún punto entre lo que dice la Reserva Federal y lo que espera el mercado», dijo Brian Jacobsen, economista jefe de Anexo Wealth Management. «Eso seguirá provocando caídas y desgarros» en los mercados financieros «hasta que ambos se reconcilien».
Algunos datos alentadores llegaron el viernes después de que un informe preliminar de la Universidad de Michigan sugiriera que el estado de ánimo entre los consumidores estadounidenses está mejorando. Dijo que la confianza saltó a su nivel más alto desde julio de 2021. Eso es importante porque el gasto de los consumidores es el principal motor de la economía.
Quizás lo más importante para la Reserva Federal es que las expectativas de inflación futura entre los hogares también parecen estar ancladas. Una gran preocupación ha sido que tales expectativas puedan despegar y desencadenar un círculo vicioso que mantenga alta la inflación.
El avance del viernes en Wall Street se produjo con un gran impulso de las acciones tecnológicas, algo que se ha vuelto típico en su carrera alcista.
Varias compañías de chips subieron por segundo día consecutivo después de que el fabricante de chips Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. entregara un pronóstico de ingresos para este año mejor de lo que esperaban los analistas. Broadcom subió un 5,9% y Texas Instruments subió un 4%.
En total, el S&P 500 subió 58,87 puntos hasta alcanzar su récord. El Promedio Industrial Dow Jones estableció su propio récord un mes antes y ganó 395,19, o 1,1%, el viernes a 37.863,80. El compuesto Nasdaq saltó 255,32, o 1,7%, a 15.310,97.
El año pasado, unas pocas grandes empresas tecnológicas fueron responsables de la gran mayoría de las ganancias del S&P 500. Siete de ellos representaron el 62% del rendimiento total del índice, según S&P Dow Jones Indices.
Muchas de esas acciones (Microsoft, Apple, Alphabet, Nvidia, Amazon, Meta Platforms y Tesla) causaron furor en el mercado en torno a la tecnología relacionada con la inteligencia artificial. La esperanza es que la IA genere un auge en las ganancias, tanto para las empresas que la utilizan como para las que le proporcionan el hardware.
Es posible que los inversores hubieran deseado quedarse sólo con esas acciones, que recibieron el sobrenombre de “los 7 Magníficos”. Pero algunos de ellos se mantienen por debajo de sus máximos históricos, como Tesla. Todavía está un 48% por debajo de su máximo histórico establecido en noviembre de 2021.
El regreso del viernes del S&P 500 a un récord sirve como otro ejemplo de que los inversores que son pacientes y distribuyen sus inversiones en el mercado de valores estadounidense terminan recuperando todas sus pérdidas. A veces puede llevar mucho tiempo, como en la década perdida de 2000 a 2009, cuando el S&P 500 se desplomó durante el estallido de la burbuja de las puntocom y la crisis financiera mundial. Pero históricamente el mercado ha vuelto a recuperar a los inversores, si se les ha dado suficiente tiempo.
Incluyendo los dividendos, los inversores con fondos indexados del S&P 500 ya volvieron al punto de equilibrio hace un mes.
Por supuesto, todavía persisten riesgos para los inversores. Además de la incertidumbre sobre cuándo la Reserva Federal comenzará a recortar las tasas de interés, tampoco es seguro que la economía evite una recesión.
Los aumentos de las tasas de interés toman un tiempo notoriamente largo para atravesar completamente el sistema, y pueden causar que cosas se rompan en lugares inesperados dentro del sistema financiero.
___
Los escritores de AP Matt Ott y Zimo Zhong contribuyeron.
