11 de Septiembre: de la memoria al músculo bélico
TeclaLibre Digital — Noti-Análisis
Veinticuatro años después de los atentados que estremecieron a Estados Unidos y al mundo, las ceremonias conmemorativas del 11 de septiembre dejaron de ser solo un ejercicio de memoria y duelo. Este 2025, el tono cambió: el Pentágono, la Zona Cero de Nueva York y Shanksville, Pensilvania fueron escenario no solo de homenajes solemnes, sino también de un giro discursivo hacia la confrontación.
El presidente Donald Trump y su flamante “secretario de Guerra”, Pete Hegseth, marcaron la diferencia. Ya no se habló tanto de resiliencia y unidad nacional, sino de amenazas persistentes y del poder militar estadounidense como garantía frente a enemigos externos. La reaparición simbólica del “Departamento de Guerra” —nombre que Trump ha decidido restaurar en documentos ceremoniales— puso la guinda a un mensaje cargado de músculo.
Los discursos de este año fueron más que recordatorios. Trump insistió en que Estados Unidos debe estar preparado “para cazar a cualquiera que ose atacarnos” y Hegseth vinculó la tragedia de 2001 con la necesidad de volver a hablar de guerra sin tapujos. La liturgia del recuerdo se mezcló con la política del presente: un país que, según su presidente, no puede contentarse con “defenderse”, sino que debe “ganar” cada batalla.
Que el “Pentágono” vuelva a hablar de Guerra y no solo de Defensa tiene un peso histórico y psicológico. Para unos, es un gesto de sinceridad: decir las cosas como son, sin eufemismos. Para otros, es un regreso a una retórica peligrosa que convierte el aniversario del 11-S en plataforma de militarización. El Congreso aún no ha aprobado un cambio legal, pero el uso ceremonial ya envía señales claras al mundo.
¿Se trata de reforzar la seguridad nacional o de instrumentalizar la memoria del 11-S para fines políticos? ¿Fortalece esto a Estados Unidos frente a adversarios, o más bien proyecta una agresividad que puede encender nuevas tensiones? ¿Qué significa para los ciudadanos que esperan solemnidad y unidad ver que el dolor se mezcla con retórica de “letalidad” y “victoria”?
Del “Nunca olvidar” se ha pasado al “Nunca flaquear”. El giro discursivo de Trump y Hegseth inaugura una nueva narrativa para el 11 de septiembre: ya no solo homenaje a las víctimas, sino relanzamiento de la idea de un país permanentemente en guerra contra todo enemigo potencial.
El tiempo dirá si este cambio se traduce en mayor seguridad o en mayor riesgo. Por ahora, lo claro es que Estados Unidos, en su 24.º aniversario del 11-S, ha decidido recordar con uniforme de guerra.
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