-Abinader y Leonel: el abrazo que levantó más que manos… ¡sospechas!-
Por Luis Rodriguez Salcedo
Santo Domingo. – Lo que parecía una ceremonia formal del Congreso Mundial de Derecho (World Law Congress), celebrado por primera vez en República Dominicana, se convirtió en un inesperado espectáculo político cuando el presidente Luis Abinader y el expresidente Leonel Fernández se robaron el show con un doble abrazo y un simbólico levantamiento de manos frente a un auditorio lleno de juristas, diplomáticos y políticos de alto nivel.
El episodio ocurrió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), durante la clausura del evento que reunió a más de 300 jueces de todo el mundo, y que contó con la presencia del Rey Felipe VI de España, así como de importantes autoridades del Estado dominicano.
Todo comenzó cuando Javier Cremades, presidente de la World Law Foundation, pidió a las autoridades ponerse de pie porque “representan al pueblo dominicano”. Mencionó uno a uno: presidente del Senado, de la Cámara de Diputados, del Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo y, por supuesto, al presidente Abinader. Luego, como quien sabe mover bien las fichas, incluyó al expresidente Leonel Fernández.
El líder de la Fuerza del Pueblo no dudó: se levantó y, con paso decidido, caminó hacia la fila donde estaba Abinader, el Rey Felipe VI y otros altos funcionarios. Entonces vino la escena que encendió los celulares y despertó el murmullo político: Leonel y Abinader se saludaron con energía, se abrazaron dos veces, se sonrieron como viejos amigos y levantaron las manos entrelazadas, como si anunciaran una alianza… o una tregua estratégica.
Para muchos fue un gesto de cortesía. Para otros, una señal en clave, especialmente después de que Abinader convocara recientemente a Fernández, a Hipólito Mejía y a Danilo Medina a una reunión de “alto nivel” para tratar la crítica situación en Haití. ¿Están buscando un pacto de unidad nacional o simplemente cuidando las formas ante la comunidad internacional?
El ambiente político no tardó en reaccionar. Un observador sagaz, de esos que no pierden una, soltó con picardía: “Esperamos que en 2028 Abinader le devuelva el favor a Leonel”. ¿Una broma? ¿Una profecía? ¿O un deseo velado de alternancia pactada?
Lo cierto es que ese comentario –aunque dicho entre risas– despertó las suspicacias del momento: ¿acaso hay conversaciones tras bastidores entre estos dos líderes que, en el papel, compiten ferozmente por el poder? ¿Podría estarse gestando un “cese al fuego” temporal ante la presión internacional y el polvorín haitiano?
La política dominicana, como siempre, tiene sus formas de mandar mensajes sin decir una palabra. Y si algo quedó claro en este evento de toga y birrete, es que un abrazo puede decir más que un discurso… y mucho más si se da frente al Rey.
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