Por Ramon Espinola /
Isidro Américo Lugo Herrera /
Ensayista, abogado, historiador, patriota /
Hoy 4 de abril, se cumple el aniversario numero 155 del nacimiento de uno de los hombres de mas fiereza patriótica nacido en el territorio de la patria; nos referimos a don Americo Lugo, escritor de una maravillosa pluma con conceptos claros y firmes.
Perteneció a la segunda camada de intelectuales de la escuela que fundo el insigne maestro Eugenio Maria de Hostos. Muchos sostienen, y entre esos me encuentro, que es el pensador nacional que mejor ha interpretado la realidad social dominicana.
Hay que leer a Americo Lugo para poder entender la realidad del pueblo dominicano asimilando sus conceptos; cuando Lugo presento su tesis para graduarse de abogado, la misma publicada luego al concluir su doctorado, este escrito constituyo un escándalo nacional. La misma llevaba como titulo “El Estado Dominicano ante el Derecho Público”. Tesis para el doctorado en Derecho, 1916. En Obras escogidas, T. I. Santo Domingo, Biblioteca de Clásicos Dominicanos, Vol. XIV, p. 388.
De acuerdo con Peña Batlle, en esta obra Lugo “quiso escribir el epitafio de la vida nacional dominicana”. Y en la misma hay un párrafo que cuando lo leí por primera vez con apenas 12 años de edad me causo una profunda impresión porque Lugo sostiene sobre el pueblo dominicano lo siguiente: “su falta de cultura no le permite el desenvolvimiento político necesario a todo pueblo para convertirse en Nación”.
Y pregunto, al mirar lo que hoy sucede en la sociedad dominicana si Lugo tenía razón de lo que decía un siglo atrás. Creo que sí, que tenia razón.
El desparpajo social, los teteos, el afán de lucro, los abusos contra la mujer, los feminicidios y la falta de patriotismo de todas las clases sociales demuestran que Lugo como Bosch y la generación de los 60s, al igual que todos los mártires de nuestras luchas políticas, tenían y tienen razón al ver y sentir tristeza por lo que sucede en la patria, donde la dominicanidad, el patriotismo, y la cultura se han tirado al zafacón.
Ahora una mujer semidesnuda llena de tatuajes y silicón, con una botella de cerveza en las manos sentada en un restaurant, vale más que una jovencita leyendo un libro en un parque de la ciudad. Así no hacemos patria con una sociedad de espectáculos. No es la invasión haitiana la que ruye el forro donde se cubre el corazón de la patria, es nuestra indolencia, nuestra carencia de valores la que lleva al abismo de la putrefacción a la patria. Un pueblo que no se respete a si mismo no constituye una nación civilizada.
Isidro Américo Lugo Herrera. Nació en la parte de Santo Domingo conocida como la Ciudad Colonial, un 4 de abril de 1870 y falleció en la misma capital de Santo Domingo el 4 de agosto de 1952. Lugo fue un ensayista, historiador y jurista dominicano. Pero sobre todo, un gran patriota que se opuso a la primera Ocupación de Estados Unidos (1916-1924) y durante la misma fue hecho preso por las tropas Yankees y condenado por su defensa a la patria. Uno de los mejores discípulos de Eugenio María de Hostos.
Sus padres fueron Joaquín Lugo Alfonseca y Cecilia Herrera Veras. Tuvo tres hermanos: Ana Teresa, Félix Santiago y Manuel Joaquín.
Realizó sus estudios básicos y secundarios en Santo Domingo, y obtuvo los títulos de bachiller en ciencias y letras en 1886, licenciado en Derecho 1890 y doctor en derecho 1916, estos dos últimos en el “Instituto Profesional”.
Lugo representó a República Dominicana, como servidor público en el «Congreso de Delegados de Latinoamericanos», la cual fue celebrada en 1909 en Río de Janeiro; también participó en la Cuarta Conferencia Panamericana de Buenos Aires en 1910. Fue «consejero de las Delegaciones Dominicanas» en Europa y Estados Unidos.
Fundó el «Periódico Patria» en 1922 que ataco inmisericordemente la Ocupación de Estados Unidos. Además, colaboró con el Listín Diario, «El Tiempo», «Nuevo Régimen» y «El Progreso», así como varias revistas, tanto nacionales como internacionales, especializadas en historia y literatura. Sus artículos contra los Yankees y su defensa de la nacionalidad son memorables y se pueden leer en el Archivo General de la Nacion.
A la llegada de Rafael Leónidas Trujillo al poder, Lugo rechazó al gobierno de dictadura, lo cual lo llevó a rechazar una propuesta económica de Trujillo de escribir la historia oficial dominicana del pasado y del presente, lo cual no aceptó, con lo que fue puesto en la lista de los enemigos de Trujillo y de su gobierno.
Trujillo insistió mucho para que Lugo terminara de escribir una obra para el magisterio nacional sobre la historia de la nación, pero el dictador quería que la obra llegara hasta su gobierno y que don Americo expresara loas al nuevo dueño de los destinos nacionales. El patriota se negó diciéndole. “Yo no escribo biografías de hombres vivos y tampoco escribo por encargo; ahora, si usted se muriera, talvez lo consideraría” ,respuesta que por supuesto no le gusto a Trujillo porque considero que Lugo quería su muerte, y desde ese momento lo considero su enemigo. Le prohibió ejercer su profesión, lo persiguió, y Lugo murió en 1952 prácticamente camino al sepulcro solo, sin amigos, porque nadie se atrevía en esos tiempos a saludar a un enemigo del “Jefe”.
Así son las cosas en nuestra nación. Que hasta el ultimo saludo se le niega a un ser porque este es desafecto al régimen existente. Y creemos que somos inteligentes y civilizados. Cuanta pena siento.
Lo interesante es que hoy día nadie recuerda al patriota. Que pueblo mas maravilloso que vive en un estado de amnesia perenne. Parecería como si la tanta ingesta de líquidos etílicos le ha carcomido el hipotálamo.