Ramón Espínola* participo en el Primer Encuentro del Movimiento Literario, Artístico y Cultural de la Cerepoesía con una ponencia que plantea una interrogante:
¿Cuál será el valor real de la poesía? ficción o realidad social?
Espínola en su ponencia plantea de forma categórica que no le gusta leer ni escuchar poesías simples que disten de la realidad, aunque tengan un andamiaje correcto de rimas y versos, considera que la poesía debe estar al servicio de las mejores causas de la sociedad.
Hace un recorrido por la poesía social que surge en España, a mediados del siglo XX, considera que las rivalidades que surgieron entre los poetas que publicaban en la revista Espadaña: espadañistas y los que publicaban en la revista Garcilaso conocidos como garcilacistas, impulsaron el desarrollo de la poesía social.
Hace un breve recorrido por los representantes de ambas corrientes y nos deja con el sabor de unos versos dedicados a su amada tierra dominicana, la cual siempre piensa y anhela un mejor futuro.
Ramón Espinola demuestra con esta ponencia que ademas de ser un gran historiógrafo, investigador de aguas profundas, es un ser dotado de una profunda sensibilidad poética que gusta de los grandes poetas del siglo XX : Miguel Hernández, Antonio Machado, Pablo Neruda, Cesar Vallejo, Rubén Dario, Gloria Fuertes.
Gracias!!
Adjunto la ponencia!
¿Cuál será el valor real de la poesía? ficción o realidad social, de Ramon Emilio Espínola
Pienso que, de todas las formas literarias, es la poesía la que más influye en el sentir del ser. Se hace difícil leer una novela de unas trescientas paginas o un par de cuentos; sin embargo, un poema de cuatro cuartetas no. Esa es la razón por la cual la poesía atrae tanto al común denominador de las masas.
Pero, tengo problemas para escuchar o leer poesías sin aliento real, sin contenido, instrumentos llenos de palabras que riman y que se comportan de forma aérea volando por encima del firmamento sin ninguna atadura a la vida real.
Siempre he pensado que la literatura y la poesía como en todo tipo de arte para ser bueno debe vivir en su corazón como savia viva que lo nutra la defensa de las mejores causas de la sociedad. Un poema que no defienda esos valores, aunque sea muy bueno desde el punto de vista gramatical en el sentido real no tiene mucho valor para mí porque no defiende las cosas que hay que defender para tener un mejor planeta y darle al ser mejor vida y justicia dentro de este mismo mundo en que habitamos.
Un buen poema debe de nacer de la necesidad de quien lo escribe en manifestar sus sentimientos e inquietudes, pero también, se hace necesario y hasta obligatorio levantar la voz de justicia dentro de sus versos como una bandera de lucha contra lo injusto que permea en la sociedad.
Lo cursi de la poesía amorosa en contraposición a la poesía social.
La poesía social nace en España a mediados del siglo XX. ¿Por qué? Simplemente porque los verdaderos poetas, los que aún quedaban de la Generación del 98 y la del 27 ya estaban cansado de la modorra de no hacer nada mientras el régimen franquista seguía masacrando al pueblo.
Para los buenos poetas españoles y los que alrededor del mundo lo apoyaban como Pablo Neruda, la poesía debía de ser entendida como un instrumento de cambio de las estructuras injustas del mundo, de marera que defender al débil, o al obrero explotado era una obligación de conciencia del verdadero poeta. Es que el poeta ha de ser un obrero en el andamiaje de los cambios sociales.
Todo ese movimiento del resurgir de la poesía que amaba el pedimento de urgencia al cobro de la deuda social que acogotaba a España y al mundo, y que apoyaba los movimientos de liberación y el cese de las dictaduras empezando por la del “Caudillo” nace prácticamente al final de la Segunda Guerra Mundial y toma fuerza a partir de las décadas de 1950 y 1960. Recordemos que la Revolución Cubana (1959) con sus cambios sociales, avivo las llamas de lo que se ha dado en llamar el “Boom literario latinoamericano”.
Podemos citar un antecedente muy importante en el movimiento poético de esa época que fue el surgimiento de la Revista Espadaña en 1944, unos meses antes de terminar la Segunda Guerra y solo un lustro de haber finalizado la Guerra Civil Española.
La revista finalizo en 1951. Pero en ella publicaron poetas de gran reputación como Blas de Otero, César Vallejo y Pablo Neruda, el objetivo central de estos vates era recuperar las tendencias vanguardistas nacidas en la España republicana y en los años de producción de la magnífica Generación del 27.
Espadaña surgió en oposición a la revista poética de corte conservador neoclásico-llamada Garcilaso. Juventud creadora (1943-1946). Entre los poetas que escribían en dicho órgano podemos citar a Luis Rosales, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y Luis Felipe Vivanco, todos de ideología reaccionaria y apoyadores de la tiranía franquista. Fueron poetas y escritores enemigos del amor al prójimo y de la justicia social, amaban la muerte a través de la dictadura.
Por lo tanto, esa década de lucha literaria entre la poesía sutil con encantos de sirena y la de vanguardia y lucha social fue interesante y hasta cierto punto dio fuerzas al boom latinoamericano. Ya que el enfrentamiento entre garcilasistas y espadañistas produjo un impulso extra al desarrollo de la poesía con nuevas formas de interpretación.
De forma somera hablemos de algunos de los grandes cultores de la poesía social de esa época.
Miguel Hernández, cuya producción poética se enmarca dentro de la línea de la poesía comprometida.
Sus poemarios más revolucionarios y reivindicativos son Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1937-1939), donde habla sobre la guerra y su dolor frente a ella.Pablo Neruda, aunque chileno y no español, pero se destacó en el compromiso poético/social de la época.
Sus libros más destacados de este período son Tercera residencia (1947), Canto general (1947) y Las uvas y el viento (1954).
Fue el hombre que sentía que debía dar voz a quienes no podían hablar, y quien trato de construir justicia en sus versos usando temas como la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
José Hierro fue un poeta de la primera generación de la postguerra y cultivo un género interesante conocido como la Poesía Desarraigada con la cual seguía la estela de grandes poetas de su tiempo como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Pedro Salinas o Gerardo Diego, en momentos en que la poesía social estaba en su mayor momento epocal.
Gloria Fuertes, perteneció a la llamada Generación del 50. Para ella la poesía debe de ser un arma de denuncia para describir las injusticias sociales y sostenía que el lenguaje debe de estar despojado de los oropeles y los adornos para que de verdad este llegara hasta donde debía de llegar que eran las masas depauperadas.
Debo decir como conclusión que me identifico totalmente con esta poeta, que escribió claro, y sus versos tuvieron la contundencia de valor con que el verdadero ser debe de luchar para defender a la humanidad que sufre y el planeta violado en que habitamos.
Me gusta este corto poema de Gloria
Dediqué mi libro
Dediqué mi libro a una niña de un año,
y le gustó tanto,
que se lo comió.
Qué bello retrato poético del hambre que sufren los niños alrededor del mundo escribió Gloria en esos cortos versos. Solo miremos la situación en Gaza.
Y como de poesía y de versos hablamos, uniéndome a Gloria tratare de contestarle sin ser poeta como ella con unos versos, tal vez de poco valor literario pero salpicados de mucho compromiso social pensando en la situación político/social de mi patria, la República Dominicana.
En el Alba
Tengo colgada mis penas
Quiero un palo de bandera
Para ondear los dolores
del llanto de mi pueblo
Ya que en el silencio del pájaro que pasa
dibujo la quietud del árbol con sus alas
Oh patria mía
Llena de tantos dolores.
Hasta cuando sufrirá mi patria.
*RAMON EMILIO ESPINOLA
Dominicano, nacido en Santo Domingo cuando era llamada Ciudad Trujillo, posee tres grados universitarios y maestría en ciencias de la Universidad de Nueva York. Profesor de ciencias (Biología, Química). Historiador didáctico por placer y amor. Residente en el condado de Manhattan, Estados Unidos por más de 6 décadas. Retirado y continúa escribiendo.
Ha escrito 24 libros de historia del Caribe y uno de ellos “La Participación dominicana en las guerras por la independencia de Cuba” fue galardonado por el Ministerio de Cultura de la República Dominicana
Uno de sus libros “Por el trillo histórico de la medicina dominicana” se ha re impreso este año con los auspicios de “The Dominican Heritage and Culture Society”
Ha escrito tres libros sobre la participación de la mujer dominicana en los procesos históricos de la nación.
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