-Trump redobla su ofensiva: declara a Los Ángeles “zona ocupada” y ordena mano dura contra inmigrantes-
En su acostumbrado tono incendiario, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a encender la pradera política al calificar a la ciudad de Los Ángeles como una urbe “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales”, en un mensaje publicado este domingo en su red Truth Social.
Con un lenguaje propio de una declaración de guerra, el mandatario anunció que ha dado luz verde a un operativo de gran calado: instruyó a su flamante secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al secretario de Defensa, Pete Hegseth; y a la fiscal general, Pam Bondi, a “tomar todas las medidas necesarias” para —según él— liberar a la ciudad angelina de una supuesta “invasión” migratoria.
Todo esto ocurre tras tres días de protestas consecutivas que estallaron luego de que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizara al menos siete redadas el pasado viernes. Hasta ahora, se han reportado 44 detenidos, además de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden.
Pero Trump no se quedó en palabras. Este domingo, cumplió su amenaza: desplegó 2,000 efectivos de la Guardia Nacional frente al edificio federal en el centro de la ciudad, una acción que eludió por completo al gobernador de California, Gavin Newsom, desatando una tormenta política sin precedentes en más de medio siglo.
Newsom, visiblemente molesto, no tardó en reaccionar. Desde sus redes sociales, lanzó un llamado a la cordura: “No le den a Trump lo que quiere. Hablen alto, permanezcan pacíficos, mantengan la calma y respeten a los agentes de la ley”.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, se sumó al clamor por la no violencia, mientras el país observa con creciente inquietud cómo la tensión escala en una de sus principales ciudades, convertida hoy en epicentro de un conflicto que mezcla política, migración y poder.
Con estas movidas, Trump parece no solo estar jugando una partida de ajedrez electoral anticipada, sino enviando un mensaje claro: está dispuesto a todo para imponer su visión del orden… incluso si eso implica pisotear sensibilidades, leyes estatales y derechos civiles por igual.
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