El obispo Thomas Paprocki de Springfield, Illinois, ha exigido que el expresidente Donald Trump se disculpe públicamente tras la publicación de una imagen generada por inteligencia artificial en la que Trump aparece vestido como el papa. La imagen fue compartida en las redes sociales de Trump y en la cuenta oficial de la Casa Blanca en X, durante el período de luto por la muerte del papa Francisco. Paprocki calificó la imagen como «profundamente ofensiva para los católicos», especialmente en un momento tan solemne, y afirmó que Trump «se burla de Dios, de la Iglesia Católica y del Papado»
El obispo citó la carta a los Gálatas 6:7: «Dios no puede ser burlado», para subrayar la gravedad del acto. Además, líderes católicos como el cardenal Timothy Dolan de Nueva York expresaron su desaprobación, describiendo la imagen como una «brutta figura» (una vergüenza) y esperando que Trump no haya estado directamente involucrado en su creación.
-«Me gustaría ser Papa. Esa sería mi opción número uno. Creo que sería un gran Papa. Nadie lo haría mejor que yo», ha afirmado el presidente estadounidense en la publicación que ha sido compartida por el perfil oficial de la Casa Blanca en la red social X-
Esta publicación ha generado un debate sobre el uso de imágenes generadas por inteligencia artificial y el respeto hacia símbolos religiosos, especialmente en contextos sensibles. Mientras algunos defensores de Trump argumentan que la imagen era una broma sin intención de ofender, muchos líderes religiosos y fieles la consideran inapropiada y ofensiva.
El incidente resalta la importancia de la sensibilidad y el respeto hacia las creencias religiosas, especialmente por parte de figuras públicas, y plantea cuestionamientos sobre los límites del humor y la sátira en relación con temas sagrados.
También el cardenal neoyorquino Timothy Dolan desaprobó el post del presidente Trump que contenía una imagen generada por inteligencia artificial donde se presenta a sí mismo como pontífice, a menos de dos semanas de la muerte del Papa Francisco y pocos días antes de que los cardenales se reúnan en el Vaticano para elegir a un nuevo líder católico.