El 10 de enero de 2025 se perfila como una fecha decisiva en Venezuela, marcada por una profunda crisis política. El presidente Nicolás Maduro planea asumir un tercer mandato, a pesar de las acusaciones de fraude en las elecciones del 28 de julio de 2024. Por su parte, la oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, quien afirma haber ganado legítimamente esos comicios, ha anunciado su intención de instalarlo como presidente legítimo.
La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos y la Unión Europea, ha expresado su rechazo a la reelección de Maduro, calificándola de ilegítima debido a la falta de transparencia y a las violaciones de derechos humanos durante el proceso electoral. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha declarado que la reelección de Maduro carece de legitimidad democrática.
En respuesta a la situación, el gobierno de Maduro ha intensificado la represión contra la oposición. Recientemente, se reportó la detención de Rafael Tudares, yerno de Edmundo González, en Caracas, un hecho que ha sido condenado por Estados Unidos.
Además, se ha informado de la detención del candidato presidencial opositor Enrique Márquez.
Estados Unidos, a través de su embajada para Venezuela, ha mandado este mensaje en redes sociales: “Condenamos los intentos de Maduro y sus representantes de intimidar a la oposición democrática de Venezuela. La represión y la intimidación no pueden ocultar la verdad”.
Horas después, María Corina Machado, la líder del movimiento que busca una transición política en Venezuela, denunció presencia policial en los alrededores de la vivienda de su madre, de 84 años, también ubicada en Caracas. Además de patrullas y funcionarios, la dirigente denunció el sobrevuelo de drones y el corte de la electricidad en la zona. Semanas atrás, la oposición ya había denunciado el asedio contra la vivienda de Corina Parisca.
La oposición, encabezada por González Urrutia y la líder María Corina Machado, ha convocado a manifestaciones el 9 de enero, buscando movilizar a la ciudadanía en defensa de la democracia. Sin embargo, la respuesta de las Fuerzas Armadas sigue siendo incierta, lo que añade un elemento de imprevisibilidad a los acontecimientos por venir.
En este contexto, el 10 de enero podría desencadenar varios escenarios: desde la consolidación del poder autoritario de Maduro hasta una posible transición democrática impulsada por la oposición. La situación es altamente volátil y dependerá de factores como la movilización ciudadana, la postura de las Fuerzas Armadas y la presión internacional.