Christie, quien también se postuló para presidente en 2016, anunciaría su campaña más tarde el martes en un ayuntamiento en el estado de votación anticipada de New Hampshire. Después de perder la nominación ante Trump hace siete años, el exgobernador y fiscal federal se convirtió en un asesor cercano antes de romper con el expresidente por su negativa a aceptar los resultados de las elecciones de 2020.

Christie ingresa a un campo primario en crecimiento que ya incluye a Trump, el gobernador de Florida Ron DeSantis, la ex embajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley y el senador estadounidense Tim Scott de Carolina del Sur. El ex vicepresidente Mike Pence lanzará formalmente su propia campaña en Iowa el miércoles.

Christie, quien durante su tiempo como gobernador de Nueva Jersey se ganó la reputación de luchador con la habilidad de crear momentos virales de confrontación, enfrenta una batalla cuesta arriba por la nominación en un partido que sigue estrechamente alineado con el expresidente, a pesar de la derrota en la reelección de Trump en 2020 y el desempeño de los republicanos más pobre de lo esperado en las elecciones intermedias de 2022.

Christie se ha presentado a sí mismo como la única persona con las agallas para enfrentarse a Trump directamente y ha advertido que se repetirá lo de 2016 si los candidatos no lo confrontan.

«No soy tonto. La forma de ganar es vencer al tipo que está delante. Entonces, ¿cómo sería una campaña? Una campaña parecería un desafío frontal directo a Donald Trump que intenta volver a la presidencia”, dijo Christie recientemente en una entrevista de podcast.

Los republicanos anti-Trump están particularmente ansiosos por ver a Christie pelear con Trump en un escenario de debate, si, por supuesto, Trump acepta participar en los debates primarios y Christie cumple con los estrictos criterios de recaudación de fondos establecidos por el Comité Nacional Republicano para participar.

Pero Christie también ha dicho que no se presentaría como un candidato kamikaze para derrotar a Trump si no creyera que hay un camino viable hacia su propia victoria. “No soy un asesino a sueldo”, dijo recientemente a Politico.

Su campaña pondrá a prueba el apetito entre los votantes republicanos por alguien que ha expresado su apoyo a muchas de las políticas de Trump pero ha criticado la conducta del expresidente.

Christie ha rechazado las mentiras de Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas y ha instado al partido a seguir adelante o arriesgarse a futuras pérdidas.

Otros republicanos con puntos de vista similares, incluidos el exgobernador de Maryland Larry Hogan y el gobernador de New Hampshire Chris Sununu, optaron por no participar en sus propias campañas y expresaron su preocupación de que tener más candidatos en la contienda solo beneficiará a Trump.

Christie fue vista en un momento como una de las estrellas políticas más brillantes del Partido Republicano como la popular gobernadora republicana de un estado demócrata. Pero a pesar de la insistencia persistente de los principales donantes y funcionarios del partido, se negó a postularse para presidente en 2012. Cuando lo anunció en 2016, su reputación se había visto empañada por el escándalo «Bridgegate» en el que se acusó a los asistentes de causar estragos en el tráfico en Fort Lee, Nueva Jersey, en un aparente esfuerzo por castigar al alcalde de la ciudad por no respaldar su candidatura a la reelección.

En las concurridas primarias republicanas de 2016, Christie se presentó a sí mismo como un descarado y duro de la costa este que podía «decir las cosas como son», solo para ser eclipsado por el descarado Trump.

Después de centrar su campaña de 2016 en New Hampshire, donde pasó semanas organizando docenas de eventos municipales, para frustración de muchos votantes de New Jersey, Christie terminó en un decepcionante sexto lugar en las primarias del estado. Abandonó poco después.

Dos semanas más tarde, Christie sorprendió incluso a algunos excolaboradores cuando respaldó a Trump , convirtiéndose en el primer gobernador en funciones y exrival en respaldar al favorito emergente del Partido Republicano. Su anuncio socavó a su rival Marco Rubio en un momento crucial, el día después de un debate que se había visto como un posible punto de inflexión en la carrera, lo que ayudó a allanar el camino para la nominación de Trump y su eventual victoria.

“La línea de apoyo a Donald Trump comienza detrás de mí”, ha dicho Christie.

El exgobernador, que conoce a Trump desde hace casi 20 años, ha tenido una amistad complicada con el exdesarrollador y estrella de reality shows. En ocasiones, fue uno de los asesores más cercanos de Trump: estuvo en la lista corta para servir como vicepresidente de Trump, supervisó los primeros esfuerzos de transición de Trump a la Casa Blanca, dijo que le ofrecieron, y rechazó, múltiples puestos en el gabinete y ayudó a Trump a prepararse para cada uno. de sus debates de elecciones generales en 2016 y 2020. (Fue durante los preparativos de esos debates que Christie cree que contrajo COVID-19, lo que lo llevó a cuidados intensivos).

Pero Christie también chocó con Trump en ocasiones y describió la negativa del expresidente a aceptar su derrota en las elecciones de 2020 ante el demócrata Joe Biden como un punto de ruptura. En apariciones y entrevistas, Christie dice que estaba “increíblemente decepcionado y desilusionado” por la negativa de Trump a ceder, que culminó con el asalto violento del Capitolio por parte de sus seguidores el 6 de enero en un esfuerzo por detener la certificación de la victoria de Biden.

Desde entonces, Christie se ha convertido en uno de los principales críticos republicanos de Trump y argumenta que el partido debe rechazar las afirmaciones falsas de Trump y superar sus quejas para centrarse en el futuro, o seguir perdiendo elecciones.

“Como republicanos, necesitamos liberarnos de las arenas movedizas de un sinfín de agravios. Necesitamos dirigir nuestra atención al futuro y dejar de revolcarnos en el pasado. Necesitamos enfrentar las realidades de las elecciones de 2020 y aprender, no escondernos, de ellas”, escribió en su libro “Republican Rescue”. Hizo un llamado al partido para que se deshaga de las denuncias de conspiración y se concentre en brindarles a los votantes una alternativa positiva a las políticas demócratas.

Christie también ha sido abierto sobre sus planes, diciendo desde 2021 que se postularía si creyera que podría ser elegido.

“Si veo un camino para ganar, me presentaré”, dijo a The Associated Press. “Y siento que tengo las habilidades, el talento y la capacidad para marcar la diferencia en nuestro partido y en el país”.

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Colvin informó desde Nueva York.