El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, una medida que ha generado respuestas inmediatas por parte de Alemania, Francia y la Unión Europea en su conjunto.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó estos aranceles de «injustificados» y aseguró que la UE implementará «contramedidas firmes y proporcionadas» para proteger sus intereses económicos, así como a sus trabajadores, empresas y consumidores.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió que «cualquiera que imponga aranceles debe esperar contraaranceles», subrayando la disposición de Alemania y la UE a responder a las medidas estadounidenses.
La Comisión Europea está evaluando el alcance de las medidas anunciadas por Trump y ha reiterado su compromiso con el diálogo constructivo, aunque está preparada para defender los intereses europeos frente a estas acciones comerciales.
Francia ha exigido que la Comisión Europea imponga aranceles a productos estadounidenses de forma inmediata, en represalia a los anunciados por el presidente, Donald Trump, al acero y al aluminio, según el ministro galo de Exteriores, Jean-Noël Barrot.
Trump «ya impuso esos aranceles en 2018 y entonces replicamos. Ahora replicaremos de nuevo», indicó en jefe de la diplomacia francesa a la cadena TF1. Barrot ha agregado que corresponderá a la Comisión Europea decidir a qué productos impone esos aranceles y ha negado querer iniciar una guerra comercial.
Bruselas «nos dijo que estaba lista para (replicar) cuando llegara el momento y el momento ha llegado», señaló el ministro. «No hay que tener la mínima duda cuando se dañan nuestros intereses», agregó Barrot. Trump ha anunciado este domingo que impondría aranceles del 25% al acero y al aluminio que entra en Estados Unidos, una medida que ya tomó durante su primer mandato para proteger la industria de su país en esos dominios.
Estados Unidos es el destino de un cuarto de las exportaciones europeas de acero, una industria sometida a una gran competencia internacional y a la caída de la demanda del sector automovilístico.