-Gobierno acelera su “cirugía” institucional mientras crecen las alarmas sociales-
Santo Domingo, 15 de julio de 2025 – Teclalibre digital
La Cámara de Diputados aprobó este martes, en primera lectura y sin el respaldo de la Fuerza del Pueblo, el proyecto de ley que suprime los ministerios de Hacienda y de Economía, Planificación y Desarrollo para crear un superministerio de Hacienda y Economía. La pieza, despachada a toda prisa antes del receso legislativo de agosto, recibió solo un voto favorable del PLD.
La votación se suma a la “Reestructuración y Racionalización del Estado” presentada por el presidente Luis Abinader en septiembre pasado, que contempla al menos cuatro movimientos clave: Mescyt + Minerd (Educación Superior con Educación básica); Hacienda + MEPyD (finanzas y planificación); supresión del Ministerio Administrativo de la Presidencia (MAPRE) para crear un Secretariado bajo el Palacio; absorción del Instituto Agrario Dominicano (IAD) por el Ministerio de Agricultura.
El Decreto 580‑24, emitido el 9 de octubre de 2024, creó la comisión encargada de fundir Mescyt y Minerd. Desde entonces, los ministros Franklin García Fermín y Ángel Hernández han sostenido mesas con 48 rectores para “hacer la carpintería” de la unión.
Sin embargo, la Federación de Profesores de la UASD (FAPROUASD) insiste en que la medida “carece de base científica y recorta inversión en educación”, y advierte que la autonomía universitaria quedará “en un limbo”.
El Senado ya había declarado de urgencia la fusión Hacienda‑Economía el 22 de mayo, con 19 de 22 votos a favor. El nuevo ministerio concentrará presupuesto, endeudamiento y planificación, mientras traslada cooperación internacional y ordenamiento territorial directamente al Palacio.
Analistas advierten que el rediseño “multiplica” la influencia de la Presidencia sobre políticas públicas que antes pasaban por órganos colegiados.
El 11 de julio miles de parceleros marcharon hasta el Palacio Nacional para exigir que el IAD siga vivo. “Eliminarlo sería un grave retroceso para el campo dominicano”, dijo Gabriel del Río Doñé, portavoz de los gremios campesinos.
Según el ministro de Administración Pública, Sigmund Freund, las fusiones “liberarán recursos para salud y seguridad” y acabarán con duplicidades históricas; el ministro de Hacienda promete “ahorros inmediatos” y un tope al número de empleados. No obstante, el Gobierno aún no publica un estudio de impacto fiscal detallado.
FAPROUASD y varios rectores temen pérdida de autonomía y recorte presupuestario, mientras PLD y Fuerza del Pueblo denuncian improvisación y concentración de poder; ambos partidos se abstuvieron o votaron en contra en la Cámara. Organizaciones rurales advierten impacto sobre la reforma agraria y la seguridad alimentaria.
Antes de fin de mes viene una Segunda Lectura de la fusión Hacienda-Economía, mientras el proyecto final de Mescyt‑Minerd se depositaría “en las próximas semanas”, según el consultor jurídico Antoliano Peralta. Los reglamentos de transición: plantilla de empleados, activos y pasivos, indemnizaciones y traslados deberán definirse en un plazo máximo de cuatro meses.

La Administración promete un Estado “más ágil”; sindicatos, académicos y campesinos le responden que la modernidad no puede construirse con despidos masivos ni con ministerios gigantes sin estudios previos. Mientras el Congreso corre contra el calendario, la incertidumbre se convierte en norma y la próxima sesión legislativa dirá si esta cirugía estatal se hace con bisturí… o con hacha.
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