-Misiles iraníes sacuden el corazón de Israel: el mundo contiene el aliento ante una guerra inminente-
Redacción de Teclalibre.- Una nueva y temida etapa del conflicto entre Irán e Israel se desató este domingo, cuando una lluvia de misiles balísticos lanzados desde territorio iraní alcanzó objetivos estratégicos en suelo israelí, elevando al máximo la tensión en Medio Oriente y dejando al mundo entero expectante… y temeroso.
Según reportes de la agencia iraní Tasnim, los misiles impactaron el aeropuerto internacional Ben Gurión, principal puerta de entrada a Israel, así como la base aérea de Navatim, dos enclaves fundamentales para la defensa y movilidad militar israelí. Mientras tanto, IRNA, otra agencia estatal iraní, confirmó que uno de los blancos fue la fábrica de la compañía militar Rafael, ubicada en la ciudad de Haifa. Esta empresa fue pieza clave en la creación del sistema de defensa antimisiles «Cúpula de Hierro», lo que convierte su impacto en un golpe simbólicamente demoledor.
El ataque dejó una estela de fuego y preocupación. En Haifa, imágenes difundidas en redes sociales muestran un incendio de gran magnitud, mientras bomberos intentan contener las llamas. Según Ynet, cuatro personas resultaron heridas de manera leve, y una persona permanece desaparecida.
Este nuevo asalto forma parte de la llamada «Operación Promesa Verdadera 3», una ofensiva en múltiples fases liderada por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán. Se trataría de la cuarta oleada en una campaña de represalia que combina decenas de misiles balísticos y drones de combate, con objetivos militares estratégicos en todo el territorio israelí.
La comunidad internacional observa con inquietud. Rusia calificó los ataques israelíes anteriores como “no provocados” y “rotundamente inaceptables”. El propio presidente Vladímir Putin ha ofrecido su mediación directa para evitar que la confrontación escale a una guerra total. China, al igual que países de América Latina como Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua, ha rechazado las acciones de Tel Aviv. Desde el mundo islámico, Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Pakistán también han levantado su voz en repudio.
La pregunta que flota, como una sombra densa sobre el planeta, es inevitable: ¿cuánto más podrá tensarse la cuerda antes de que se rompa?
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