-Crisis por encargo: Macron reaviva el fuego con Lecornu contra las cuerdas… pero aguanta-
París, 16 de octubre de 2025 — En una escena digna de novela política, el nuevo (otra vez) Gobierno del macronista Sébastien Lecornu coqueteó peligrosamente con la caída esta mañana en la Asamblea Nacional. La izquierda radical de La Francia Insumisa (LFI), en alianza coyuntural con la extrema derecha de Marine Le Pen, presentó una moción de censura explosiva contra este segundo gabinete apenas estrenado. Pero al final, 271 votos no bastaron: se quedó a 18 de los 289 necesarios.
Luego llegó el turno del golpe de gracia que nunca fue: la moción de Agrupación Nacional (RN), sin respaldo de la izquierda, fue barrida con sólo 144 votos. Un fracaso que resultó más teatral que letal para Lecornu.
Pero ojo: la supervivencia no fue producto del azar, sino de un “pacto de luces bajas” con los socialistas. El propio Lecornu ofreció congelar la polémica reforma de pensiones de 2023 —que etiqueta clave del descontento francés— como carnada para seducir al Partido Socialista y evitar la traición parlamentar.
Los socialistas, que ya habían amenazado con romper la disciplina de partido, aceptaron abstenerse mayoritariamente —aunque con fisuras internas— y regalaron al Ejecutivo una tregua momentánea.
Lecornu, quien apenas reestructuró su Gobierno tras una caída relámpago que duró menos de 24 horas, habló de “momento de la verdad” y lanzó un ultimátum retórico: orden republicano frente a desorden político.
Pero sus palabras iban tan cargadas de dobleces como promesas huecas: la congelación de la reforma sería legalmente implementada vía enmienda presupuestaria, un mecanismo flexible que deja margen a la reversión.
Si algo revela esta jornada, es que el macronismo practicó un acto de escapismo político: levantar una cortina de humo con la suspensión de una reforma polémica para evitar una caída inmediata. No porque esté fuerte, sino porque el tablero parlamentario no le da otra opción. La coalición de gobierno sigue sin mayoría propia y cada voto será un campo minado.
Y que nadie olvide: esta victoria por poco margen no asegura estabilidad, sólo posterga el clímax. El próximo episodio se jugará con el presupuesto 2026, los mecanismos de control parlamentario y —quizás— nuevos desafíos de censura. Lecornu vive una tregua con muchas letras pequeñas.
-Luis Rodriguez Salcedo para TeclaLibre-
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