-Trump “no responde”, pero admite presión sobre Venezuela: ¿diplomacia o guión de la CIA?-
Por Redacción TeclaLibre
WASHINGTON / CARACAS.– Donald Trump volvió a encender la mecha de la geopolítica latinoamericana. Con su habitual mezcla de arrogancia y ambigüedad calculada, el presidente estadounidense aseguró este miércoles que “Venezuela está sintiendo la presión”, luego de que el New York Times revelara que su administración autorizó a la CIA a ejecutar “operaciones encubiertas” en el país caribeño.
Cuando un periodista le preguntó directamente si la agencia tenía “autoridad para sacar” a Nicolás Maduro del poder, Trump se refugió en su estilo marca registrada: “No quiero contestar esa pregunta. Sería ridículo responder. Pero creo que Venezuela está sintiendo la presión”.
Traducción libre: no lo voy a decir… pero sí lo estamos haciendo.
Entre el guión y la confesión
El mandatario republicano, que en los últimos meses ha endurecido su retórica contra América Latina, insistió en que no permitirá que EE.UU. “sea arruinado por países que envían lo peor”, una referencia velada al narcotráfico y a la migración. Pero en el caso venezolano, la línea entre “presión diplomática” y “operación de inteligencia” parece cada vez más difusa.
Fuentes citadas por el Times hablan de operaciones con “autorización presidencial” para “influir” en la política interna venezolana. En otras palabras: el viejo fantasma del “cambio de régimen” volvió a salir del archivo de la CIA, ahora en formato siglo XXI.
Caracas responde con fuego diplomático
La reacción en Caracas no se hizo esperar.
“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza las declaraciones belicistas y extravagantes del presidente de EE.UU., en las que admite haber autorizado operaciones contra la paz y estabilidad del país”, escribió el canciller Yván Gil en su canal de Telegram.
El comunicado oficial califica las palabras de Trump como “una gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”, e insta a la comunidad internacional a “denunciar estas afirmaciones a todas luces inmoderadas e inconcebibles”.
Y, como en los tiempos de la Guerra Fría, Caracas acusó a Washington de “hostigamiento, amenaza y agresión”, denunciando una supuesta operación para apoderarse de los recursos petroleros venezolanos bajo la fachada de “democracia humanitaria”.
El eco de la vieja doctrina
Nada nuevo bajo el sol. Lo que antes se hacía en silencio, hoy se anuncia en rueda de prensa. La CIA, que durante décadas operó en la sombra de América Latina, vuelve a escena con un libreto reciclado: “ayudar” a la democracia mediante presiones económicas, operaciones encubiertas y “errores administrativos” que terminan en golpes de Estado.
Trump, sin admitirlo del todo, parece haber decidido sacar el tema del armario: si la “presión” es la nueva diplomacia, entonces la CIA vuelve a ser su embajada más activa.
Mientras Washington habla de “presión” y Caracas de “agresión”, el verdadero pulso se libra en otro terreno: el energético.
En tiempos de crisis petrolera global, los pozos de la Faja del Orinoco vuelven a ser tentadores.
Y en la lógica del poder, la historia se repite:
cuando EE.UU. dice democracia, América Latina escucha intervención.
-Luis Rodriguez Salcedo para TeclaLibre-
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