Por Luis Rodriguez Salcedo
Santo Domingo, 26 de abril de 2025.
El clima social en la capital dominicana se presenta tenso de cara a este domingo 27, cuando están convocadas dos marchas de corte y orientación muy distintas, lo que ha encendido señales de alerta entre sectores ciudadanos y autoridades.
Por un lado, la denominada Antigua Orden Dominicana, liderada por Angelo Vásquez, ha organizado una manifestación en defensa de la identidad nacional y en rechazo a lo que consideran una creciente influencia haitiana en el país. Esta agrupación, de fuerte discurso nacionalista, ha movilizado simpatizantes a través de redes sociales con llamados a la «defensa de la patria».
Simultáneamente, sectores de la izquierda dominicana, encabezados por la activista Virtudes Álvarez, han convocado a otra protesta para denunciar el racismo estructural, la exclusión social y la represión política. A este movimiento se han sumado organizaciones como RECONOCI.DO, que representa a dominicanos de ascendencia haitiana afectados por políticas de desnacionalización, así como la reconocida activista Ana Belique.
La coincidencia de ambas manifestaciones, en medio de un ambiente de polarización creciente, ha generado preocupación en diversos círculos. En redes sociales, sectores ultranacionalistas han intentado deslegitimar la protesta de izquierda, calificándola de manera peyorativa como «la marcha haitiana», debido a la participación de líderes pro derechos humanos de ascendencia haitiana.
Organizaciones ciudadanas han advertido sobre el alto riesgo de enfrentamientos, dado el nivel de tensión verbal que se ha registrado en las últimas horas. También se teme que sentimientos de xenofobia y discriminación sean exacerbados, afectando la convivencia pacífica y la seguridad pública.
En este contexto, se hace un llamado urgente a las autoridades del orden público para que garanticen el derecho a la protesta pacífica y eviten cualquier situación que pueda desembocar en violencia. Igualmente, se exhorta a los ciudadanos a actuar con responsabilidad y prudencia, recordando que la diversidad de opiniones no debe convertirse en motivo de confrontación física o verbal.
La República Dominicana ha enfrentado históricamente momentos delicados cuando se mezclan los debates sobre identidad, migración y derechos humanos. Este domingo representa una prueba de madurez democrática para la sociedad dominicana.
