EN LLAMADA TELEFÓNICA LOS JEFES DE ESTADO DE EEUU Y CANADA HABLARON «ACALORADAMENTE»
El pasado miércoles 5 de marzo de 2025, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron una conversación telefónica que fue descrita como «acalorada» por diversos medios canadienses.
Este intercambio, que duró 50 minutos, tuvo como eje central la escalada de tensiones comerciales entre ambos países, desencadenada por la reciente imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a productos provenientes de Canadá y México.
Estas medidas, implementadas por Trump el día anterior, el martes 4 de marzo, han puesto en jaque las relaciones económicas entre los vecinos norteamericanos, a pesar de que los tres países están vinculados por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Durante la llamada, en la que también participaron el vicepresidente estadounidense, JD Vance, y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, se abordaron dos temas principales: la guerra comercial iniciada por los aranceles y los esfuerzos de Canadá por frenar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, un asunto que Trump ha utilizado como justificación para sus políticas proteccionistas.
Según fuentes gubernamentales canadienses citadas por la agencia EFE, Trump propuso eliminar los aranceles sobre ciertos sectores y productos a cambio de que Canadá levantara sus represalias comerciales. Sin embargo, Trudeau se mantuvo firme y rechazó la oferta, argumentando que no cedería a menos que Estados Unidos revocara la totalidad de los gravámenes impuestos.
La conversación se tornó tensa cuando Trump expresó nuevas críticas hacia políticas canadienses que, en su opinión, perjudican los intereses estadounidenses, como las protecciones al sector agrícola de Canadá. Este punto de fricción no es nuevo, ya que las políticas agrícolas canadienses han sido un tema recurrente de desacuerdo en las negociaciones comerciales entre ambos países.
Tras el diálogo, el ministro de Finanzas canadiense, Dominic LeBlanc, mantuvo varias conversaciones con Lutnick ese mismo día en un intento por suavizar las diferencias, aunque no se reportaron avances significativos.
En su plataforma Truth Social, Trump compartió su versión de los hechos, afirmando que le dijo a Trudeau que los esfuerzos de Canadá para controlar el flujo de fentanilo «no eran suficientes». «Él dijo que la situación ha mejorado, pero yo le dije: Eso no es suficiente», escribió el presidente estadounidense, dejando claro que considera insuficientes las medidas canadienses. Por su parte, Trudeau planea continuar el diálogo regional y tiene previsto hablar en las próximas horas con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para coordinar una respuesta conjunta ante las políticas de Trump, dado que ambos países han sido afectados por los mismos aranceles.
Esta «acalorada» conversación telefónica refleja el deterioro de las relaciones entre Canadá y Estados Unidos en el contexto de la administración de Trump, quien ha retomado una postura proteccionista agresiva desde su regreso al poder en enero de 2025. Los aranceles del 25% impuestos a Canadá y México, anunciados como una de sus primeras acciones ejecutivas, parecen contradecir el espíritu del T-MEC, un acuerdo que él mismo respaldó durante su primer mandato. Esta decisión ha generado críticas tanto en Canadá como en México, donde se argumenta que los aranceles no solo dañan las economías interconectadas de la región, sino que también ignoran los avances en temas como el control de drogas y migración.
El rechazo de Trudeau a la propuesta de Trump de eliminar aranceles selectivos demuestra una estrategia de negociación dura por parte de Canadá. Ottawa parece decidido a no ceder terreno a menos que se garantice una reversión completa de las medidas estadounidenses, lo que podría interpretarse como un intento de preservar la soberanía económica y proteger sectores clave como la agricultura y la industria manufacturera, altamente dependientes del comercio con Estados Unidos (el 77% de las exportaciones canadienses tienen como destino su vecino del sur). Sin embargo, esta postura también arriesga una escalada mayor en el conflicto comercial, lo que podría tener consecuencias devastadoras para la economía canadiense, dado su alto grado de dependencia del mercado estadounidense.
Por otro lado, la retórica de Trump en Truth Social sugiere que está utilizando el tema del fentanilo como una herramienta política para justificar sus aranceles, a pesar de que las estadísticas muestran que el flujo de esta droga desde Canadá es mínimo en comparación con el proveniente de México (19 kg incautados en la frontera canadiense frente a 9,525 kg en la mexicana en el último año fiscal). Esto plantea dudas sobre la legitimidad de sus argumentos y refuerza la percepción de que su política comercial está más motivada por objetivos internos, como fortalecer su base electoral, que por una solución efectiva a los problemas transfronterizos.
La intención de Trudeau de coordinarse con Sheinbaum indica que Canadá y México podrían estar buscando una alianza estratégica para contrarrestar la presión de Estados Unidos. Esta colaboración podría incluir acciones conjuntas ante organismos internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde Canadá ya ha presentado una demanda por los aranceles. Sin embargo, la disparidad en las respuestas de ambos países —México logró un aplazamiento de un mes en los aranceles tras negociaciones con Trump— podría complicar una respuesta unificada.
En conclusión, este episodio marca un punto crítico en la relación entre Canadá y Estados Unidos, evidenciando las tensiones inherentes a la política comercial de Trump y la determinación de Trudeau de defender los intereses canadienses. El desenlace de esta «guerra comercial» dependerá de la capacidad de las partes para encontrar un equilibrio entre presión y diálogo, en un contexto donde las economías de América del Norte están profundamente entrelazadas. Por ahora, la falta de avances inmediatos tras la llamada sugiere que el conflicto está lejos de resolverse, y las próximas conversaciones con México podrían ser clave para definir el rumbo de esta disputa.
LRS

