-Trump baja del golf directo a la guerra: EE.UU. entra de lleno en el conflicto Israel-Irán con bombas “made in Hollywood”-
Por Luis Rodriguez Salcedo
Estados Unidos entró el pasado sábado —sin mucha cortesía diplomática y sin pasar por el Congreso, como de costumbre— en la guerra no declarada entre Israel e Irán. ¿Cómo? Con una “visita sorpresa” en forma de bombardeo a las tres joyas del programa nuclear iraní: Fordó, Natanz e Isfahán.
El protagonista, por supuesto, no podía ser otro que Donald Trump, quien apenas dos horas después de bajarse del helicóptero presidencial Marine One, tras una apacible jornada de golf en Nueva Jersey, soltó el bombazo (literal y figurado) en su red Truth:
“Acabamos de completar un exitoso ataque a tres instalaciones nucleares de Irán. Una carga completa de bombas fue lanzada en Fordó”, publicó con la misma tranquilidad con la que un influencer anuncia que se comió un bagel.
Lo que vino después fue filtrado por fuentes del Pentágono con entusiasmo cinematográfico: en Fordó —la fortaleza subterránea iraní y corazón de su programa de enriquecimiento de uranio— se utilizaron bombas anti-búnker GBU-57, también conocidas como «rompe-bóvedas», diseñadas para atravesar el suelo como si fuera mantequilla. Nunca antes se habían usado en combate real. Hasta ahora.
“Paz o más bombas”, dijo Trump, como quien lanza una oferta de Black Friday en el supermercado geopolítico. Lo que muchos se preguntan es si esta repentina entrada en escena fue una maniobra calculada para tapar escándalos, calmar halcones, o simplemente demostrar que, aunque se vista de golfista, el comandante en jefe sigue siendo amante de los fuegos artificiales.
¿El mundo? Sorprendido. ¿El Congreso? Ignorado. ¿Irán? Furioso. ¿Trump? Con cara de que ganó el partido… aunque todavía no sepamos de qué juego se trata.
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