-Negocios a lo grande (y con guiño incluido)-
Por Luis Rodríguez Salcedo
Trump anunció con entusiasmo la firma de acuerdos por más de 2 billones de dólares con países del Golfo, incluyendo 600 mil millones de Arabia Saudita y 243.5 mil millones en contratos comerciales y de defensa con Qatar. Además, recibió un lujoso Boeing 747-8 de parte de un miembro de la realeza qatarí, valorado en 400 millones de dólares, como reemplazo temporal del Air Force One. En tono jocoso, comentó en Fox News: “Debería haber pedido más”, destacando la magnitud sin precedentes de los acuerdos alcanzados.
Fiel a su estilo, Trump desplegó una diplomacia basada en relaciones personales, elogiando a líderes como el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el presidente sirio Ahmed al-Sharaa, a quienes describió como “apuestos”, “fuertes” y “magníficos”. Estas muestras de afecto contrastaron con su habitual tono hacia aliados occidentales y suscitaron críticas sobre la posibilidad de que su política exterior esté influenciada por halagos y regalos, como el mencionado avión qatarí.
Durante una ceremonia de bienvenida, Trump fue captado aparentemente cabeceando, lo que generó burlas en redes sociales, recordando su apodo “Sleepy Joe” para el presidente Biden. La Casa Blanca negó que se hubiera quedado dormido, atribuyendo el momento a un “descanso visual”.
En cuanto a política internacional, Trump anunció el levantamiento de sanciones a Siria y reconoció a su gobierno interino, decisiones que sorprendieron a muchos y generaron preocupación sobre posibles conflictos de intereses, dado los vínculos empresariales de su familia en la región.
La visita de Trump a Arabia Saudita fue una mezcla de negocios colosales, diplomacia personalizada y momentos que alimentaron tanto titulares como memes. Mientras sus seguidores celebran los acuerdos alcanzados, sus críticos señalan posibles conflictos de intereses y una política exterior que parece más guiada por relaciones personales que por estrategias a largo plazo. En definitiva, una gira que, al estilo Trump, no dejó a nadie indiferente.
