-Alligator Alcatraz: Trump inaugura su “prisión ecológica” para inmigrantes en los Everglades-
Con una sonrisa amplia y su habitual mezcla de sarcasmo y desdén, Donald Trump cortó la cinta inaugural del nuevo centro de detención para inmigrantes en Florida, una megaestructura penitenciaria ubicada literalmente en medio de los pantanos infestados de caimanes del Parque Nacional de los Everglades. El lugar, bautizado con no poca ironía como “Alligator Alcatraz”, parece más salido de una novela distópica que de una democracia moderna.
Levantada sobre el abandonado Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, la instalación tiene capacidad para más de 5,000 inmigrantes indocumentados, quienes serán “alojados” entre cocodrilos, serpientes y humedales. Según sus impulsores, la ubicación tiene una lógica disuasiva: si se escapan, la fauna se encarga del resto.
“Vamos a enseñarles cómo huir de un caimán si intentan escapar”, dijo Trump entre risas durante su discurso. Y no fue una metáfora: mostró con la mano cómo correr en zigzag para aumentar (según él) en “un 1%” las posibilidades de sobrevivir. Una escena que bien podría pertenecer a una parodia de Saturday Night Live… pero no. Es real.
Acompañado por el gobernador Ron DeSantis, quien aplaudió el proyecto como “un modelo a seguir”, Trump calificó la cárcel como “hermosa” y pidió que otros estados no se queden atrás. El diseño de la instalación parece combinar logística carcelaria con estrategia natural de exclusión: la única vía de acceso es la carretera Tamiami Trail, en una zona remota que hace casi imposible el contacto con organizaciones de derechos humanos o prensa independiente.
Afuera, sin embargo, la narrativa era otra. Decenas de manifestantes compararon el complejo con un “campo de concentración moderno”, haciendo referencias explícitas al Tercer Reich. “Esto es lo que hicieron los nazis: encerrar a poblaciones vulnerables en lugares remotos, bajo la excusa del orden y la legalidad”, denunció uno de ellos.
Mientras tanto, la Casa Blanca defiende la iniciativa como parte de su “plan integral para asegurar la frontera”. Pero para muchos, lo que ha hecho Trump no es construir una cárcel, sino erigir un símbolo cruel y escandalosamente antiinmigrante, donde la amenaza no viene del muro, sino de la naturaleza misma.
En resumen, Alligator Alcatraz no es sólo una prisión: es una declaración de principios. Un mensaje claro y brutal: si cruzas la frontera, te espera un pantano… y quizás algo peor.
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