El expresidente Donald Trump podría regresar a un tribunal de Nueva York el jueves para defenderse de una demanda que busca más de 10 millones de dólares por cosas que dijo sobre la columnista de consejos E. Jean Carroll después de que ella lo acusó de agresión sexual.
La primera visita de Trump a la corte el lunes terminó abruptamente porque un miembro del jurado estaba enfermo. El juicio ha sido suspendido desde entonces.
Se espera que los abogados de Carroll terminen de presentar su caso por la mañana. Si todo va según lo planeado, Trump podría estar en el estrado de los testigos antes de la pausa para el almuerzo. Trump acaba de obtener grandes victorias en las primarias de New Hampshire el martes y en el caucus de Iowa la semana pasada.
Carroll, de 80 años, testificó en un juicio el año pasado en la misma sala que fue atacada por Trump en el vestidor de unos grandes almacenes de lujo en el centro de la ciudad en la primavera de 1996. El año pasado, un jurado estuvo de acuerdo en que eso sucedió y otorgó a Carroll cinco millones de dólares en daños y perjuicios por Abuso sexual y difamación.
El juez Lewis A. Kaplan dictaminó que las conclusiones del jurado del año pasado significaron que un nuevo jurado elegido la semana pasada solo necesita decidir cuánto dinero más, si corresponde, le debe Trump a Carroll por menospreciarla y llamarla mentirosa en 2019 mientras era presidente.
Por lo tanto, ha dictaminado Kaplan, a Trump se le prohibirá testificar sobre temas que entrarían en conflicto con el veredicto del año pasado. Por ejemplo, no se le permitirá decir que ella inventó sus acusaciones de agresión sexual o que estuvo motivada por el contrato de su libro o por razones políticas.
Trump, de 77 años, asistió al juicio dos de tres días la semana pasada y le hizo saber al jurado (mediante comentarios entre dientes y gestos como sacudir la cabeza ) que estaba disgustado con el caso en su contra.
Trump ya ha puesto a prueba la paciencia del juez. Después de que se quejara ante sus abogados de una “caza de brujas” y una “estafa” al alcance del jurado, Kaplan amenazó con expulsarlo de la sala del tribunal si volvía a suceder. «Me encantaría», dijo Trump. Más tarde ese día, Trump dijo en una conferencia de prensa que Kaplan era un “juez desagradable” y que la acusación de Carroll era “una historia inventada”.
Cuando no está en el tribunal, ha hecho en repetidas ocasiones pronunciamientos en su red social similares a las declaraciones en juego en el juicio. Los abogados de Carroll han presentado algunas de esas declaraciones ante el jurado, argumentando que la única manera de evitar que Trump difame a Carroll es golpearlo financieramente con fuerza.
Los abogados de Trump han tratado de mostrarle al jurado, a través del contrainterrogatorio de los testigos, que Carroll ha ganado cierta fama y recompensas financieras al enfrentarse a Trump que superan las amenazas de muerte y otros venenos lanzados contra ella a través de las redes sociales.
Una de las abogadas de Trump, Alina Habba, le dijo al juez que podría testificar porque, incluso con las restricciones del juez, “todavía puede ofrecer un testimonio considerable en su defensa”.
Entre otras cosas, puede testificar sobre su estado mental cuando hizo las declaraciones que lo demandaron y sobre cómo sus comentarios surgieron mientras Carroll estaba haciendo entrevistas con los medios y los periodistas le preguntaban sobre ella, escribió Habba.
También sugirió que él podría “mostrar su falta de mala voluntad o rencor” hablando de cómo “corrigió” su negación inicial de haber conocido a Carroll.
Antes de testificar, se espera que los abogados de Carroll dejen su caso después de llamar a un testigo final cuyo testimonio probablemente durará menos de una hora y mostrará fragmentos de una declaración a la que Trump se sometió en octubre de 2022.
El juicio actual se suma a los cuatro casos penales que Trump enfrenta a medida que se intensifica la temporada de primarias presidenciales. Ha estado haciendo malabarismos con las apariciones en los tribunales y en la campaña , utilizando ambas para argumentar que está siendo perseguido por demócratas aterrorizados por su posible elección.
