Intercambio Histórico en Gaza: La Tensión Persiste Tras el Alto el Fuego
Ramala/Tel Aviv – La guerra más letal entre Israel y Hamás que ha desangrado la región durante dos años ha entrado en una pausa cargada de tensión, marcada por un intercambio de prisioneros y rehenes que, si bien ofrece un respiro humanitario y diplomático, deja grandes interrogantes sobre el futuro.
El acuerdo de alto el fuego, largamente negociado y mediado por Estados Unidos, culminó el lunes con la liberación de los 20 rehenes israelíes vivos restantes en manos de Hamás en Gaza. Todos hombres, fueron entregados a Israel y recibidos con vítores por sus familias y la nación, que ha seguido su cautiverio con gran dolor desde el ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre de 2023. Israel publicó imágenes de los rehenes liberados, mostrando un alivio palpable a pesar de su palidez.
En contraparte, Israel comenzó a liberar a más de 1.900 prisioneros y detenidos palestinos, en uno de los intercambios más grandes de la historia reciente. Decenas de autobuses con prisioneros llegaron a Ramala, en Cisjordania, y a Gaza, donde fueron recibidos por multitudes entusiastas. Entre los liberados se encuentran 250 personas condenadas a cadena perpetua por ataques contra israelíes y unos 1.700 detenidos sin cargos durante la guerra.
El Desolador Telón de Fondo de la Guerra
El intercambio se produce después de dos años de conflicto que han devastado Gaza. La ofensiva israelí lanzada tras el ataque de Hamás que mató a unas 1.200 personas (en su mayoría civiles) y tomó 251 rehenes, ha provocado la muerte de más de 67.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, la mitad de ellos mujeres y niños.
El territorio es, en palabras del jefe humanitario de la ONU, un «páramo». La guerra ha destruido vastas zonas y desplazado a cerca del 90% de los dos millones de residentes de Gaza, llevando a algunas áreas a la hambruna. Se espera que el alto el fuego abra la puerta a un aumento urgente de la ayuda humanitaria.
La Incógnita Política y la Llegada de Trump
A pesar de la tregua, los puntos más espinosos del conflicto siguen sin resolverse, centrados en el futuro de Hamás y el gobierno de Gaza.
Hamás vs. Israel: Israel insiste en el desarme de un debilitado Hamás, algo que el grupo armado rechaza rotundamente. Hamás, por su parte, exige la retirada total de las tropas israelíes de la Franja. Aunque el ejército israelí se ha retirado de gran parte de Ciudad de Gaza y Jan Yunis, mantiene posiciones clave en Rafah y otras zonas.
El Plan de Posguerra de EE.UU.: El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a Israel el lunes para discutir el plan propuesto por Washington, el cual prevé que un organismo internacional gobierne el territorio, supervisando a tecnócratas palestinos. También contempla una fuerza de seguridad internacional liderada por árabes.
Netanyahu y la Autoridad Palestina: El plan estadounidense también sugiere un papel futuro para la Autoridad Palestina (AP), que gobierna partes de Cisjordania, aunque exige una reforma exhaustiva. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha opuesto históricamente a este rol. En un discurso ante el Knéset (parlamento israelí), Netanyahu se declaró «comprometido con esta paz», aunque su presencia en la cumbre regional posterior en Egipto fue cancelada por una festividad judía.
El intercambio de rehenes y prisioneros alivia un «capítulo doloroso» para ambas partes. Sin embargo, el futuro político y la posibilidad de una paz duradera siguen dependiendo de que las partes logren superar la profunda desconfianza y los intereses contrapuestos que han alimentado dos años de la guerra más sangrienta de la historia reciente.
-Luis Rodriguez Salcedo para TeclaLibre-
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