Reportando desde Washington /
El círculo íntimo del secretario de Defensa está desorganizado y la desconfianza está creciendo entre los funcionarios públicos y los altos funcionarios militares.
En sólo tres meses en el cargo, el Sr. Hegseth, ex presentador de Fox News, ha generado una racha de caos sin parangón en la historia reciente del Departamento de Defensa.
El círculo íntimo de asesores del Sr. Hegseth —veteranos militares que, como él, tenían poca experiencia en la dirección de organizaciones grandes y complejas— está en ruinas. Tres miembros del equipo que trajo consigo al Pentágono fueron acusados la semana pasada de filtrar información no autorizada y escoltados fuera del edificio.
Un cuarto miembro recientemente fallecido del equipo del Sr. Hegseth, John Ullyot, quien había sido su principal portavoz, acusó al Sr. Hegseth de deslealtad e incompetencia en un artículo de opinión publicado el domingo en Politico. «El edificio está en desorden bajo el liderazgo de Hegseth», escribió el Sr. Ullyot.
Para agravar la disfunción, el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk ha establecido un objetivo vago de eliminar hasta 200.000 puestos de trabajo de la fuerza laboral civil del Pentágono, de 750.000 personas, un nivel de recortes que Hegseth ha advertido que paralizaría algunas funciones críticas dentro del departamento, dijeron tres funcionarios de defensa actuales y anteriores.
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Mientras tanto, recientes informes de los medios de comunicación de que el Sr. Hegseth reveló información militar sensible sobre los próximos ataques en Yemen en dos chats grupales privados de Signal han llevado a algunos en el Congreso a pedir su renuncia.
Sean Parnell, el portavoz principal del Pentágono, atribuyó los informes de disfunción en la oficina del Sr. Hegseth a «ex empleados del Departamento de Defensa descontentos con algún problema personal».
Los errores cometidos hasta el momento no parecen haber afectado el apoyo de Trump a Hegseth, a quien el Senado confirmó por un estrecho margen en medio de preocupaciones sobre su falta de experiencia y su consumo de alcohol.
“Esto es lo que sucede cuando todo el Pentágono trabaja en tu contra y contra el cambio monumental que intentas implementar”, dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, a Fox News.
El Sr. Trump elogió el lunes la labor del Sr. Hegseth. «Está haciendo un gran trabajo; pregúntenle a los hutíes cómo está», dijo el presidente, refiriéndose al grupo rebelde en Yemen contra el que Estados Unidos ha estado realizando ataques militares.
El Sr. Hegseth defendió de forma similar su breve mandato. En declaraciones a la prensa durante la Marcha de los Huevos de Pascua en la Casa Blanca el lunes, acusó a los medios de comunicación de utilizar a «exempleados descontentos» para difamarlo y prometió seguir trabajando para que el Pentágono «vuelva a estar en manos de los combatientes».
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Sin embargo, las disputas que han agitado la oficina interna del Sr. Hegseth se han centrado más en pequeñas disputas burocráticas que en cuestiones políticas, según funcionarios de defensa, tanto actuales como anteriores. Los miembros del personal se han quejado de que las reuniones supervisadas por Joe Kasper, el jefe de gabinete elegido personalmente por el Sr. Hegseth, se desvían o toman giros obscenos sin sentido.
Una reunión que dirigió el Sr. Kasper este mes, con un grupo que trabaja con veteranos que ofrecía sus servicios al Pentágono, derivó en un relato de una velada que el Sr. Kasper y un representante del grupo pasaron en un club de striptease de Washington, dijo una persona que participó en la sesión.
Otros funcionarios afirmaron que el Sr. Hegseth y el Sr. Kasper no habían logrado establecer un proceso que garantizara que asuntos básicos, pero esenciales, se tramitaran con rapidez en la oficina del Sr. Hegseth. A finales de enero, el Sr. Trump emitió una orden ejecutiva que exigía el despliegue de un escudo antimisiles para proteger a Estados Unidos de ataques de adversarios como Corea del Norte e Irán. A instancias de la Casa Blanca, los funcionarios del Pentágono se apresuraron en pocos días a elaborar un «paquete» que dirigiera a la vasta burocracia del Pentágono para que comenzara a avanzar en el complejo proyecto.
El documento permaneció sin firmar en la oficina del secretario de Defensa durante casi tres semanas, mientras funcionarios de la Casa Blanca llamaban casi a diario para comprobar su estado, dijeron funcionarios de defensa actuales y anteriores.
Los problemas dentro de la oficina del Sr. Hegseth se han visto agravados por una creciente desconfianza hacia los funcionarios públicos y los altos funcionarios militares que sirven como memoria institucional del Pentágono.
Algunos funcionarios del Pentágono afirmaron que el equipo del Sr. Hegseth ha estado revisando sus antiguas publicaciones y escritos en redes sociales, buscando posibles indicios de deslealtad hacia el Sr. Trump o su movimiento. Tres funcionarios civiles del Pentágono afirmaron que sus superiores les habían pedido copias de sus currículums para que pudieran demostrar su patriotismo a la oficina del Sr. Hegseth. En los tres casos, los empleados habían servido en combate; dos de ellos habían resultado heridos en Afganistán.
La desconfianza se ha extendido a altos líderes militares que han trabajado en administraciones demócratas y republicanas a lo largo de sus carreras de décadas.
El Sr. Trump despidió al jefe del Estado Mayor Conjunto que heredó, el general Charles Brown. Y, temiendo posibles filtraciones, ha mantenido a distancia a algunos generales y almirantes del Estado Mayor Conjunto, quienes desempeñan un papel clave de coordinación, según informaron funcionarios de defensa.
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El sucesor temporal del general Brown, el almirante Christopher Grady, no participó en las reuniones de alto nivel de la Casa Blanca previas a los ataques en Yemen el 15 de marzo, según cuatro oficiales militares. Además, el Sr. Hegseth ha amenazado con aplicar pruebas de polígrafo a los presuntos filtradores, según un alto funcionario del Estado Mayor Conjunto.
Este mes, el general Dan Caine, expiloto de combate al que el Sr. Trump rescató del retiro, asumió el cargo de nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto. Una de sus tareas clave será convencer al Sr. Hegseth de que puede confiar en los altos mandos del Pentágono y del mundo.
Otro gran desafío para Hegseth será aprender a dirigir el Departamento de Defensa, la burocracia más grande del gobierno federal, y al mismo tiempo defender su fuerza laboral civil de recortes potencialmente paralizantes.
El Sr. Trump ha prometido aumentar el gasto militar a un billón de dólares, un aumento significativo respecto al presupuesto actual de 850 mil millones de dólares. A pesar del aumento prometido por el presidente, Musk no ha cedido en su promesa de ahorrar decenas de miles de millones de dólares en el Departamento de Defensa.
Públicamente, el Sr. Hegseth ha dado la bienvenida al Sr. Musk y a su equipo en el Pentágono e incluso ha promocionado algunos de los ahorros que dicen haber encontrado.
En privado, él y el equipo del Sr. Musk han discutido sobre los recortes a los civiles que trabajan en hospitales militares, astilleros, fábricas de municiones y escuelas. Un alto funcionario que representaba la iniciativa del Sr. Musk en el Pentágono fue reemplazado recientemente porque el Sr. Musk creía que no estaba dispuesto a realizar recortes lo suficientemente profundos, según informaron funcionarios de defensa. Este mes, el Sr. Musk y el Sr. Hegseth se reunieron en la Casa Blanca para intentar resolver sus diferencias, según funcionarios de defensa actuales y anteriores.
No estaba claro si los dos habían llegado a un acuerdo.
En el Capitolio están apareciendo grietas en el apoyo del Partido Republicano al Sr. Hegseth.
El secretario de Defensa está bajo revisión del inspector general por la divulgación por parte de The Atlantic de un chat de Signal en el que el Sr. Hegseth reveló la secuencia de vuelos para los ataques en Yemen.
Roger Wicker, un republicano de Mississippi que preside el Comité de Servicios Armados del Senado, y el demócrata de mayor rango del comité, Jack Reed de Rhode Island, solicitaron la revisión.
La noticia del segundo chat de Signal, en el que el Sr. Hegseth compartió la misma información sobre los ataques en Yemen con su esposa y funcionarios del Pentágono, llevó al representante Don Bacon de Nebraska a convertirse en el primer legislador republicano en sugerir abiertamente que el Sr. Hegseth debería ser despedido.
En una entrevista con Politico el lunes, el Sr. Bacon, ex general de la Fuerza Aérea, dijo sobre las revelaciones de Signal del Sr. Hegseth: «Lo encuentro inaceptable y no lo toleraría si estuviera a cargo».
El Sr. Hegseth fue confirmado por un estrecho margen de un voto en el Senado y necesitó la intervención del vicepresidente JD Vance para romper el empate.
En medio del caos, el Sr. Hegseth ha buscado modelar el “ethos guerrero” que, según él, ha estado ausente en gran parte de las fuerzas armadas.
El mes pasado, publicó 16 videos y fotografías de él mismo en la plataforma de redes sociales X entrenando con tropas de combate de todo el mundo.
“Cada repetición, cada gota de sudor, nos recuerda la dureza y tenacidad que defienden a nuestra nación”, escribió la semana pasada.
Theodore Schleifer y Eric Schmitt contribuyeron con este reportaje.
Helene Cooper es corresponsal en el Pentágono. Anteriormente fue editora, corresponsal diplomática y corresponsal en la Casa Blanca.
