-Israel lanza devastador ataque aéreo contra Irán: el mundo al borde de una guerra regional-
Redacción de Teclalibre. – Una serie de explosiones estremecieron la capital iraní, Teherán, la noche del jueves al viernes, en lo que ya se perfila como el episodio más peligroso del conflicto entre Israel e Irán en lo que va del siglo XXI. Israel confirmó que lanzó un ataque «preventivo» contra instalaciones militares estratégicas en territorio iraní, incluyendo presuntos centros nucleares y bases de la Guardia Revolucionaria.
De acuerdo con fuentes militares israelíes, uno de los blancos eliminados fue nada menos que el general Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). También circulan versiones, no confirmadas oficialmente por Teherán, sobre la muerte de otros altos mandos como Hossein Salami y Mohammad Bagheri.
El ataque ha sido interpretado por Irán como una «declaración de guerra» directa, y ya ha comenzado la contraofensiva. Más de cien drones iraníes fueron lanzados en dirección a Israel, mientras el país hebreo activaba su estado de emergencia nacional. Sirenas antiaéreas, movimientos de tropas, cierre de espacios aéreos y un clima general de pánico parecen anticipar una nueva escalada de violencia a gran escala.
En ciudades como Yazd, la indignación popular no se hizo esperar. Multitudes han salido a las calles exigiendo una respuesta contundente del gobierno. La tensión es tal que, por primera vez en años, se habla abiertamente dentro de Irán de la posibilidad de una guerra frontal con consecuencias impredecibles.
A la ya delicada situación se sumó el expresidente estadounidense Donald Trump, quien desde su plataforma Truth Social lanzó una amenaza incendiaria: “¡Ya están todos muertos, y solo empeorará!”. Acto seguido, instó a Irán a negociar un acuerdo nuclear «antes de que no quede nada», respaldando abiertamente la ofensiva israelí. Aunque Washington asegura no haber participado directamente en el ataque, las declaraciones de Trump han despertado serias sospechas sobre un posible conocimiento anticipado del operativo.
Varios gobiernos y organismos multilaterales han expresado su preocupación por el bombardeo, advirtiendo que podría detonar un conflicto regional de grandes proporciones, con implicaciones globales. Desde Rusia hasta Turquía, pasando por la ONU y la Unión Europea, los llamados a la contención se multiplican… pero en los cielos del Medio Oriente ya no vuelan palabras: vuelan misiles.
Mientras el mundo observa con el aliento contenido, el miedo a una guerra generalizada crece como una sombra sobre la región. ¿Estamos frente a un acto disuasorio cuidadosamente calculado o ante el inicio de un incendio incontrolable?
El reloj corre… y el silencio internacional empieza a sonar como complicidad.
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