-Desde un búnker secreto: Jameneí elige sucesores en Irán-
Redacción Teclalibre –desde Medio Oriente
En una escena que parece sacada de una novela distópica escrita por Orwell con aroma a turbante y petróleo, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, ha decidido mover fichas en el tablero de la sucesión… desde un búnker subterráneo, alejado de miradas indiscretas y bien blindado contra misiles y traiciones.
Según informes filtrados por fuentes que prefieren el anonimato (y la supervivencia), Jameneí ha sostenido reuniones privadas con los más cercanos para delinear quién heredará su poder en caso de que la historia -o un dron israelí- decida cerrar su capítulo.
Entre los nombres que suenan fuerte están su hijo Mojtaba Jameneí, que muchos ven como un príncipe persa con más poder que varios generales; y también clérigos influyentes del Consejo de Guardianes que llevan décadas afinando la teocracia con mano dura y discurso celestial.
Lo curioso es que esta movida llega justo cuando Irán e Israel están al borde del abismo, con misiles cruzando los cielos y amenazas más densas que el humo de los pozos petroleros. ¿Casualidad? ¿O estamos ante un ajedrez de poder donde Jameneí, desde su refugio subterráneo, prepara la siguiente jugada antes de que le quiten la vida?
Mientras tanto, en las calles de Teherán la vida sigue, aunque bajo apagones, escasez, y el eco constante de sirenas. El pueblo iraní, como siempre, queda atrapado entre las acciones de sus líderes y las sanciones de sus enemigos.
¿Se viene una nueva dinastía religiosa en la tierra de los ayatolás? ¿O el poder cambiará de manos solo para seguir igual? Desde el búnker, el viejo Jameneí mira el futuro… y lo acomoda a su medida.
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