-Juan Soto alcanzó ya los 1,000 hits y consolida su brillante camino hacia la inmortalidad-
Por Luis Rodríguez Salcedo
A sus 26 años, el dominicano Juan Soto sigue construyendo una carrera de leyenda que ya lo perfila, sin exageración, como uno de los grandes del béisbol moderno. El pasado jueves 19 de junio de 2025, en el Truist Park de Atlanta, frente a más de 39,000 espectadores, Soto conectó un sencillo al jardín derecho ante Spencer Strider, alcanzando así la emblemática cifra de 1,000 imparables en las Grandes Ligas.
“Fue un momento bien emocionante para mí y mi carrera, bien bonito, demostrando el trabajo que hemos venido realizando”, dijo con humildad el jardinero de los Mets de Nueva York, quien mantiene intacta su característica calma, sin fanfarronería, aunque consciente de la magnitud de su hazaña.
Soto entra así en un exclusivo club de apenas 84 jugadores en la historia de las Mayores que han logrado 1,000 hits antes de cumplir los 27 años. Pero su hazaña va mucho más allá de la cifra. Juan también se une a un aún más reducido grupo de 17 peloteros que, antes de esa edad, han acumulado al menos 200 cuadrangulares y 800 boletos recibidos, una combinación que refleja poder, paciencia y una inteligencia de juego inusual.
Con un promedio de bateo de .283, más de 1,000 hits, 217 jonrones y una disciplina en el plato digna de los grandes, Soto comparte terreno estadístico con leyendas como Mickey Mantle y Mel Ott. Su nombre ya resuena con fuerza en las conversaciones sobre futuros miembros del Salón de la Fama.
“Siento el apoyo y el cariño de los fanáticos desde el día uno, incondicional, por eso me siento más que orgulloso de ser dominicano”, expresó con orgullo el bateador zurdo, que ha llevado la bandera tricolor en alto desde que debutó con los Nacionales en 2018.
La carrera de Juan Soto ha sido meteórica pero constante, sin escándalos, sin altibajos pronunciados. Solo producción, carácter y un profundo respeto por el juego. El hit 1,000 no lo celebró con saltos ni gestos estridentes, sino como lo hace un veterano: con serenidad, respeto y enfoque en el siguiente turno al bate.
Detrás de él, otros dominicanos se acercan al hito: Jorge Polanco (990), Amed Rosario (988) y Teoscar Hernández (889), pero el paso firme de Soto ya lo ha colocado en la cima de su generación.
A este ritmo, el muchacho de Santo Domingo está escribiendo una historia que podría terminar en Cooperstown. Y lo mejor es que apenas está comenzando.
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