En Estados Unidos, poseer armas de fuego es un derecho constitucional. Recientemente, un tribunal federal de apelaciones anuló la prohibición de comprar armas de fuego a los estadounidenses de entre 18 y 21 años. Sin embargo, son la principal causa de muerte entre niños y adolescentes del país. Algunos, animados por sus padres, aprenden a disparar a temprana edad. Otros enfrentan consecuencias trágicas.
