PANAMÁ (AP) — Panamá solicitó el martes apoyo a Estados Unidos para atender el tránsito de migrantes venezolanos por el istmo luego de que el gobierno del presidente Joe Biden pusiera en vigor un nuevo plan de control migratorio para los desplazados del país sudamericano, cientos de los cuales han quedado varados en la nación centroamericana.
El pedido lo formuló el presidente Laurentino Cortizo durante una reunión con el senador Tim Kaine (Virginia) y el congresista Adriano Espaillat Rodríguez (Nueva York), ambos del partido Demócrata y con quienes abordó ese flujo migratorio irregular, entre otros asuntos.
“Panamá es un país con pocos recursos y estamos apoyando con el regreso de venezolanos a su país”, indicó el mandatario panameño.
Entre 800 y 900 migrantes venezolanos han salido de Panamá en los últimos días en vuelos chárter de retorno a su país después de anunciarse el nuevo plan migratorio estadounidense, según la directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gozaine.
Otros 600 se encuentran en un albergue temporal levantado en una galera de una zona industrial en el centro de la capital, adonde se dirigían 300 más, de acuerdo con la funcionaria. El refugio es coordinado por la misión consular de Venezuela, agregó.
Cortizo refirió que en lo que va del año han cruzado por Darién 206.000 migrantes, 170.000 de ellos venezolanos. “Necesitamos apoyo de Estados Unidos”, subrayó el gobernante, indicando que en los últimos tres años han destinado alrededor de 50 millones de dólares para atender ese flujo migratorio irregular, que el año pasado fue dominado por los haitianos.
Estados Unidos anunció la semana pasada que devolverá a los venezolanos que crucen la frontera ilegalmente desde México y que aceptará hasta 24.000 para lo cual deberán registrarse previamente en un programa, tener un patrocinador financiero en el país y llegar por vía aérea.
Panamá, que recibe a los migrantes tras verificaciones de seguridad, les da alimentación, alojamiento y coordina el tránsito para que sigan su viaje, ha estado clamando por ayuda financiera internacional y una mayor coordinación regional para lidiar con esa situación migratoria que lleva algo más de una década.