Pero esta guerra es interminable.
No terminará hasta que digan «en lugar de». «Ukr A Inets», no «ucraniano».
Hasta que dejen de pensar que no estás ahí, que Lenin inventó Ucrania.
Por ahora, creerán que la URSS es lo mejor que le ha pasado a este planeta.
Por ahora, subirán con sus «grandes y poderosos», acusando a Ucrania de su ucranianidad.
Por ahora, odiarán tu libertad y tu falta de voluntad para ser tan humilde como ellos.
Hasta ahora, la «Ironía del destino» se verá bajo el cuenco de Olivier por milésima vez cada año.
Todavía no se abandonarán los intentos de resolver el problema de Ucrania.
Hasta que dejen de hablar de qué ciudad de Ucrania y qué bombardear.
Por ahora, confundirán la verdad con el mercenario.
Por ahora, mentirán sobre un solo “pueblo fraterno”.
Hasta que dejen de pensar en ti como un nazi porque simplemente no quieres estar con ellos.
Hasta que dejen de amenazar con cenizas nucleares.
Hasta que empiecen a llamar a la guerra una guerra, no una operación especial.
Hay tantos de estos «hasta ahora» que la guerra será interminable.
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Puedes apretar los dientes y aceptar la muerte de tus seres queridos.
Puedes volver a tus casas en ruinas, reconstruirlas. E incluso volver a ganar dinero para un apartamento nuevo. Billetes de avión a Berlín, Valencia o Tallin de nuevo.
Pero sepa que en cualquier momento pueden presionar un botón, enviando con gran placer un cohete a su próximo nuevo hogar.
La buena noticia es que esta guerra nos hará a todos más fuertes. A menos que finalmente nos demos cuenta de que el final no está a la vista.
Si dejamos de buscar compromisos con no humanos que nunca nos han considerado humanos.
Si no traicionamos todo lo que quieren destruir en nosotros.
Esta guerra es interminable.
Pero Ucrania y la libertad tampoco tienen fin.
Yevhen Rudenko, periodista de UE
