Yeni Berenice Reynoso Gómez es una destacada abogada y docente dominicana cuya trayectoria en el ámbito judicial y del Ministerio Público la ha posicionado como una figura clave en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado en la República Dominicana. Nacida el 25 de octubre de 1980 en La Isabela, Luperón, Puerto Plata, su carrera se ha caracterizado por su rigor, integridad y compromiso con la justicia.
Se graduó como licenciada en Derecho en la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) en 2002. Además, cuenta con especializaciones en Derecho Procesal y Derecho Constitucional por la Universidad Nacional de Costa Rica, así como en feminicidio, investigación y Derecho Penal y Procesal Penal, lo que evidencia su sólida formación académica.
Su trayectoria profesional comenzó a temprana edad. Con apenas 17 años, trabajó como paralegal voluntaria en la Cámara Penal de la Corte de Apelación y en la Fiscalía de Santiago. En 1999, se desempeñó como abogada asistente del procurador fiscal de Santiago bajo la dirección de Abel Martínez Durán, y al año siguiente ascendió a abogada ayudante. Paralelamente, entre 1997 y 2004, ejerció en el sector privado en oficinas como J. M. Cabral & Báez y Diná & Asociados, enfocándose en derecho comercial, civil, penal y responsabilidad civil.
En 2005, ingresó a la Escuela Nacional del Ministerio Público, donde destacó por sus calificaciones sobresalientes y habilidades como litigante, investigadora y conciliadora, lo que le valió el puesto de control de calidad en la institución. En 2009, fue designada procuradora fiscal de Santiago, convirtiéndose en la primera mujer en alcanzar esa posición por méritos en esa jurisdicción y en la más joven en ocupar un cargo similar en el país, con apenas 27 años. Su gestión en Santiago, que se extendió hasta 2011, le ganó el apodo de “Fiscal de Hierro” por su firmeza y éxito en casos complejos.
En 2011, el Consejo Superior del Ministerio Público la nombró procuradora fiscal del Distrito Nacional, cargo que ocupó hasta septiembre de 2018. Durante este período, se destacó por litigar personalmente casos significativos, una práctica poco común entre titulares, y por su involucramiento en procesos relacionados con corrupción, violencia de género y asesinatos. En 2018, fue ascendida a procuradora general de corte de apelación en la Procuraduría Regional del Distrito Nacional, el rango más alto dentro de la carrera del Ministerio Público en esa época.
En agosto de 2020, tras las elecciones generales y bajo el gobierno de Luis Abinader, fue nombrada procuradora adjunta del Ministerio Público y titular de la Dirección General de Persecución, trabajando junto a la procuradora general Miriam Germán Brito. Desde esta posición, ha liderado importantes investigaciones contra la corrupción, como las operaciones Calamar, Antipulpo, Medusa y Falcón, en colaboración con Wilson Camacho. Su enfoque en desmantelar redes de crimen organizado y su defensa del debido proceso le han valido reconocimientos nacionales e internacionales.
El 21 de febrero de 2025, el Consejo Nacional de la Magistratura la designó por unanimidad como procuradora general de la República Dominicana, sucediendo a Miriam Germán Brito. Este nombramiento la convierte en la cuarta mujer en ocupar este cargo en la historia del país, consolidándola como una figura emblemática en la justicia dominicana por su trayectoria de más de dos décadas, su lucha contra la impunidad y su compromiso con los derechos de las víctimas.