Deshilando sueños, en este amanecer de marzo en que rendimos homenaje a las mujeres; de tantas, tantísimas, hoy recuerdo a Rigoberta, siii, la Menchu Tum, Premio Nobel de la Paz, en 1992; la campesina maya guatemalteca, que recorrió el mundo elevando su voz de protesta denunciando las arbitrariedades gubernamentales contra los indígenas y luchando para reivindicar sus derechos en Guatemala, en América y en otras partes del mundo que sufren pobreza, discriminación racial y violencia; ella, que sufrió en carne propia, trabajando desde los cinco años en las grandes fincas de los terratenientes y en su adolescencia empleada doméstica; que vio a su madre y a su hermano mayor torturados y asesinados por los militares y a su padre quemado vivo durante una protesta, Rigoberta Menchu personifica el sufrimiento de su pueblo.
En este primero de marzo del 2024 le rendimos un tributo de admiración a Rigoberta Menchu Tum, mujer guatemalteca, mujer universal, mujer gigante, mujer ciclópea.
¡Que vivan Rigoberta Menchu Tum y los pueblos indígenas!
