-PRETENDE QUITAR PROTECCIÓN TEMPORAL A MÁS DE 300 MIL-
Por Luis Rodriguez Salcedo
En una jugada que huele más a vendetta política que a política migratoria sensata, la administración de Donald Trump ha solicitado al Tribunal Supremo de Estados Unidos que le permita revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 300.000 venezolanos, abriendo la puerta a deportaciones masivas. Esta medida, que afecta a personas que han vivido y trabajado legalmente en el país durante años, ha sido bloqueada previamente por el juez federal Edward Chen, quien señaló que la decisión podría estar motivada por prejuicios raciales y carece de justificación legal sólida.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha sido criticada por sus comentarios incendiarios y generalizaciones infundadas sobre los inmigrantes venezolanos, lo que ha alimentado las sospechas de que la medida está impulsada por motivos discriminatorios . Además, la revocación del TPS podría tener consecuencias económicas negativas, ya que muchos de estos inmigrantes contribuyen significativamente a la economía estadounidense
La situación ha generado protestas y demandas legales por parte de organizaciones de derechos civiles y fiscales de 18 estados, que argumentan que la revocación del TPS es ilegal y perjudica tanto a los inmigrantes como a las comunidades en las que viven . Mientras tanto, el Tribunal Supremo debe decidir si permitirá que la administración de Trump proceda con su plan, una decisión que tendrá un impacto profundo en la vida de cientos de miles de personas.
Esta ofensiva contra los inmigrantes venezolanos parece más una estrategia para complacer a una base política que una política pública basada en la justicia y la humanidad. Al final, la historia juzgará si esta administración actuó con equidad o si simplemente utilizó a los más vulnerables como peones en su juego político.