-Cumbre «Asombrosa» en Busan: ¿Triunfo o Simplemente un Aperitivo Rápido? Trump Reduce Aranceles y Promete Soja, Pero el Reloj No Miente-
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha calificado de «asombrosa» su reunión con el líder chino, Xi Jinping, en Busan, culminando su gira asiática con una dosis de optimismo que, al analizar los detalles, levanta más de una ceja suspicaz. Aunque Trump declaró que su encuentro con el «gran líder» de China fue un «conjunto extraordinario de decisiones», lo que realmente asombra es la disparidad entre las expectativas iniciales y la duración real del encuentro.
Sí, el líder de la potencia mundial, que había anticipado una reunión de tres o cuatro horas para abordar asuntos de magnitud global, terminó sus «extraordinarias» negociaciones con Xi Jinping en apenas 100 minutos, o sea, una hora y 40 minutos. ¿De verdad se resuelven los temas más espinosos del comercio mundial y la geopolítica en lo que dura una película corta?
Trump, fiel a su estilo hiperbólico, no sólo elevó el tono al calificar el encuentro en una escala del 0 al 10 como un «12», sino que además tuvo que dar la explicación a bordo del Air Force One, ya que la cumbre no dio para mucho más. La brevedad del encuentro contrasta notablemente con la magnitud de los anuncios, sugiriendo que o bien la diplomacia exprés es el nuevo estándar, o simplemente se firmó un pacto de mínimos.
Entre las «decisiones extraordinarias» se anunció la reducción a la mitad del arancel sobre el fentanilo (del 20% al 10%) y un acuerdo sobre tierras raras y minerales críticos que se renegociará anualmente.
Pero el titular más jugoso fue el acuerdo de que China comprará «grandes cantidades, enormes cantidades de soja y otros productos agrícolas de forma inmediata, empezando de inmediato». Esto suena a un salvavidas de emergencia para los agricultores estadounidenses, pero la falta de cifras concretas o un calendario firme para estas «enormes cantidades» obliga a tomar la promesa con la proverbial pizca de sal. ¿Será solo un gesto para apaciguar el ambiente antes de las elecciones o un compromiso comercial real y sostenido? El tiempo, y las toneladas de soja que crucen el Pacífico, lo dirán.
A la lista de acuerdos se sumó una declaración aún más nebulosa: el líder chino «nos va a ayudar con el tema de Ucrania». Sin ofrecer detalles sobre cómo se materializará esa ayuda, Trump se limitó a citar un supuesto entendimiento con Xi de que «a veces hay que dejarlas pelear. Una locura», antes de reconocer que «no hay mucho más que podamos hacer».
Más allá de la retórica, este punto es el más sospechoso: ¿realmente China, un actor con intereses complejos en el tablero geopolítico, se convertirá en un mediador desinteresado después de una reunión de 100 minutos? Parece más bien una frase de cortesía que un plan de acción diplomática.
Finalmente, se fijó una nueva cita: Trump viajará a China en abril, y Xi visitará EE. UU. (Palm Beach, Florida o Washington D.C.) en una fecha posterior.
Este intercambio de visitas es el gesto más claro de que, a pesar de las tensiones y la prisa inusual del encuentro de Busan, la relación bilateral se mantiene activa. Queda en el aire la duda de si los 100 minutos «asombrosos» fueron suficientes para construir una base sólida o si solo sirvieron para organizar el itinerario de los próximos encuentros.
-Luis Rodriguez Salcedo para TeclaLibre-
rodriguezsluism9@gmail.com https://teclalibremultimedios.com/category/portada

