-El Cecot: El Agujero Negro de Bukele-
Por Redacción de Teclalibre
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) ha sido desde su apertura en enero de 2023 un enigma, un escenario digno de una película de suspenso que ha alimentado la imaginación colectiva, mientras la verdad se escabulle entre sombras y especulaciones. Aunque el gobierno de Nayib Bukele ha proyectado un enfoque de Hollywood, con videos y tours para influencers, lo que realmente sucede dentro de sus muros permanece sellado bajo llave.
Con capacidad para 40,000 prisioneros, el Cecot ha sido el centro de atención de la región, pero lo que se sabe oficialmente sobre su población es casi nada. ¿Cuántos prisioneros hay realmente allí? ¿Cuántos cumplen condenas? Es una información que el gobierno prefiere mantener en silencio. Y lo que es aún más alarmante, las pocas entrevistas realizadas a los internos se llevan a cabo bajo estricta vigilancia, sin la posibilidad de escuchar una voz auténtica que no haya sido filtrada por la Presidencia. Derechos humanos, abogados y hasta familiares han sido bloqueados en su intento de conocer la verdad sobre lo que ocurre tras esos muros.
Lo que sí se sabe, y no es menor, es lo que se ha filtrado desde otras prisiones bajo el régimen de excepción. Torturas a plena luz del día: exposiciones prolongadas al sol, golpes brutales, asfixias, y descargas eléctricas se han convertido en parte del «sistema de reclusión» del gobierno salvadoreño. Se han documentado más de 400 muertes bajo custodia, muchas de las cuales presentan signos de tortura. Sin embargo, sobre el Cecot, el silencio es ensordecedor. Ningún periodista ha podido acceder a la prisión, y lo que sucede allí sigue siendo un misterio.
El reciente ingreso de 238 venezolanos, tras el acuerdo de Bukele con el gobierno de Nicolás Maduro, también ha sido cubierto por un manto de invisibilidad. Se dice que están aislados en pabellones especiales, separados de los pandilleros del Barrio 18 y la MS-13, pero nadie ha visto una sola imagen de ellos, ni oficial ni extraoficial. Los congresistas estadounidenses que han intentado ingresar al Cecot se han topado con puertas cerradas y una barrera impenetrable.
Lo que pasa en el Cecot no es solo un agujero negro, sino una zona de sombra donde la verdad se disuelve en las mismas oscuras aguas que alimentan el gobierno de Bukele. Y mientras tanto, el espectáculo continúa, con las cámaras de la Presidencia mostrando lo que quieren que veamos, mientras lo que realmente ocurre tras esas paredes sigue siendo un secreto oscuro y peligroso.
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