Lorenzo Araujo enfoca la cerebropoesía o cerepoetica desde la neurociencia, desde una estructura newtoniana, perspectiva que nos ofrece la ventaja de entender que estamos reaccionando a la irrupción de la inteligencia artificial (IA), similar a la ley de acción y reacción de Newton.
Considera que no debemos convertirnos en fanáticos ni radicales, hace un llamado a no dejarnos intimidar por el estruendo de la Inteligencia Artificial por el contrario, mantener una posición ecuánime y serena nos llevara a encontrar un punto de equilibrio armónico.
La cerebropoesía, o cerepoética, emerge como una creación poética, respuesta natural del cerebro humano ante estos estímulos, una forma de entender y confrontar los cambios que nos desafían.
Refiere la canción del poeta y guionista francés Jacques Prevert (1900-1977) si no entendemos claramente lo que esta ocurriendo con esto y llegáramos a una hecatombe universal se transformarian los oceanos y las nubes…
Finaliza recordándonos la pandemia de COVID-19, causada por un virus microscópico, que demostró la vulnerabilidad que todos compartimos ante lo diminuto y lo invisible, a pesar de los avances de la ciencia, la biotecnología y tecnología de la información, el ser humano no puede controlar completamente la naturaleza en su forma más esencial por lo que tuvimos que refugiarnos en nuestros hogares igual que hizo el hombre cavernario.
La neurociencia nos ofrece una clave: mantener la calma, buscar el conocimiento y cultivar una postura equilibrada que nos permita avanzar sin perder nuestro centro.
Canción – Jacques Prévert
Hoy es todos los días
Nosotros somos todos los días
Amiga mía
Nosotros somos toda la vida
Amor mío
Nos amamos y vivimos
Vivimos y nos amamos
Y no sabemos qué es la vida
Y no sabemos qué es el día
Y no sabemos qué es el amor.
Adjunto ponencia de Lorenzo Araujo:
Razón de la Cerepoesía para la paz
“He concebido nuevas ideas y ha sido necesario buscar nuevas palabras para expresarlas o cuando menos darle a las viejas nuevo significado.” Montesquieu el espíritu de las leyes.
Cuando hablamos de la cerepoesía, no estamos hablando de una poesía de la Ceres, diosa romana de la agricultura, las cosechas, la fertilidad y la naturaleza. Hablamos de una respuesta dada a la Inteligencia Artificial como respuesta a las tensiones, a las preocupaciones y a los temores de estos tiempos.
Es una visión nueva a una concepción del entendimiento de una poesía que bregue con la intimidad sublime del cerebro humano.
Nos ha tocado vivir en un tiempo internet sido, donde no es necesario hablar porque las ideas vienen ya empacadas en estuches y cajas para que sean usadas de acuerdo las instrucciones de su productores para el uso del comercial del arte y de la ideología.
Creemos conveniente enfocar la cerepoesía con una estructura newtoniana. Esta visión permite concebirla como la reacción, qué será, en este caso, de igual intensidad, pero en sentido contrario, a la fuerza que la determina, la Inteligencia artificial, pero más que eso, concebida así, no tendríamos que convertimos en fantásticos ni radicales, sino mantenernos ecuánimes y serenos porque la búsqueda, no es la de destruir la Inteligencia artificial, sino encontrar un punto de equilibrio y armonía que nos permita, a través del uso del instinto y la razón, consolidar de modo iterativo y sinergético, la cere poesía, creación poética del cerebro, que ha sido, es y será, la creadora de todo lo que existe Incluyendo los dioses y la Inteligencia artificial.
La Inteligencia artificial sólo puede ser entendida como una expresión de las funciones de la creación poética del cerebro humano, el cual para hacerse más tangible y perceptible, creó los recursos tecnológicos necesarios.
La cerepoesía creó el dispositivo tecnológico con el cual pudieron evidenciarse los organismos microscópicos, que ella concibió primero. La cerepoesía concibió que a través de la manipulación de Los Rayos de Luz podría obtenerse una imagen, y entonces desarrolló la cámara fotográfica para ser real y tangible esa construcción de la realidad. No hay razón para dejarnos intimidar por los estruendos de la Inteligencia artificial, pues tenemos acumulada larga experiencia de esta actividad dual del cerebro cada vez que ha necesitado hacerlo, ha concebido los recursos tecnológicos requeridos para que esta concepción poética sea traída a la percepción de los sentidos.
Ilustramos nuestras ideas en dos poemas:
Canción de Jacque Prévert y Janus/La cara no deseada.
Canción de Jacques Prévert
A donde estuvo el océano habrá una depresión llena de Lágrimas, fósiles y cenizas.
A donde antes había nubes, habrá un árbol de petróleo pendiente de la Nada, sin ojos que lo mire.
Janus/La cara no deseada.
Las grandes naciones, al igual que las naciones pequeñas,
descubrieron que todos sus arsenales atómicos
y misiles transcontinentales, les fueron inútiles para vencer un enemigo microscópico.
El poeta Jorge Manrique ya nos ha alertado:
Si vemos lo presente como en un punto se es ido
y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado.
La inteligencia artificial, con ecos y ruidos, no es más que una aplicación neural de la Cerepoesia.
https://www.youtube.com/clip/UgkxnAoJkqWueNTsCRiSY4Y-ZabnwbCRkSeA
