El primer ministro de China, Li Keqiang, ha llamado a utilizar eficazmente los recursos estatales para garantizar avances clave en ámbitos como los semiconductores, en medio de la competición tecnológica existente entre Pekín y Washington.
En sus informes, publicados este domingo 5 de marzo al comienzo de la Asamblea Popular Nacional anual, Li Keqiang reiteró la disposición del Gobierno chino para llevar a cabo una «estrategia de toda la nación».
Según el premier chino, el objetivo es imponerse a Washington en lo que respecta a la investigación científica básica y las tecnologías avanzadas, que van desde la inteligencia artificial hasta el espacio.
«Debe mejorarse el nuevo sistema para la movilización de recursos en todo el país. Debemos aprovechar mejor el papel del gobierno en la agrupación de recursos para lograr avances tecnológicos clave, y las empresas deben ser los principales actores en la innovación», enfatizó Keqiang.
También instó a aquellos con capital privado en China a colaborar en las principales iniciativas y proyectos gubernamentales para lidiar con las «áreas de debilidad» económicas del país.
Según el primer ministro, después de haber «contrarrestado de manera efectiva los intentos externos de suprimir y contener el desarrollo de China» durante los últimos cinco años, el gigante asiático debe «agrupar recursos de calidad y hacer esfuerzos concertados» para lograr avances en campos tecnológicos clave en el futuro.
Los comentarios se produjeron unas semanas después de que el propio presidente chino, Xi Jinping, pidiera impulsar la investigación básica en ciencia y tecnología para superar a EEUU en términos de convertirse en una potencia tecnológica mundial.
«Para hacer frente a la competencia científica y tecnológica internacional, lograr un alto nivel de autosuficiencia y superación personal […] necesitamos urgentemente […] resolver problemas tecnológicos clave desde la fuente», enfatizó.
Xi también instó al gobierno a brindar más apoyo político para los esfuerzos de investigación y fortalecer el «poder tecnológico estratégico» de la nación.
El anuncio del premier chino se produce en medio de la escalada de Washington para prevalecer en la próspera industria mundial de chips, que se espera que para 2030 aumente a 1,4 billones de dólares en ingresos.
Según la Casa Blanca, EEUU produce en la actualidad aproximadamente el 10% del suministro mundial de chips. Washington se esfuerza por ganar la carrera con Pekín al imponer más restricciones a su rival asiático y expandir las inversiones en la industria nacional de chips.
En octubre, el Gobierno de Biden implementó las restricciones más amplias hasta la fecha en la industria de fabricación de chips de Pekín, exigiendo licencias para aquellas empresas que exportan chips a China utilizando herramientas o software de EEUU, sin importar en qué parte del mundo se fabriquen. Las medidas también impiden que los ciudadanos estadounidenses y los titulares de tarjetas verdes trabajen para ciertas empresas chinas de chips.
Las restricciones fueron precedidas por la promulgación presidencial estadounidense de la ley CHIPS and Science Act, respaldada tanto por demócratas como por republicanos, que incluye más de 52.000 millones de dólares para las empresas estadounidenses que producen semiconductores, así como miles de millones más en créditos fiscales para fomentar la inversión en la industria.
El objetivo es evitar que los inversores estadounidenses contribuyan directa o indirectamente al desarrollo de la producción de semiconductores en China. Una de las condiciones para obtener un subsidio del Gobierno bajo la nueva ley es la obligación de no invertir en el desarrollo de tecnología avanzada en China durante 10 años.
China, por su parte, busca desarrollar sus propias tecnologías en lugar de seguir los pasos de los fabricantes occidentales. Cuando se trata de la industria de semiconductores, Pekín expande la tecnología nacional para producir chips de carburo de silicio avanzados.
En este sentido, Pekín no repara en gastos de investigación y desarrollo (I+D) de tecnologías similares. Li Keqiang ya prometió que el gasto en ese sector crecerá más de un 7% anual entre 2021 y 2025.