Por Victor Manuel Peña
El concepto invasión pacífica de los haitianos en República Dominicana es de factura balagueriana.
Hay que reconocer que Balaguer cumplió al pie de la letra con ese concepto haciendo respetar la Constitución y las leyes del país en cuanto a la defensa intransigente de la soberanía de la nación o del Estado dominicano en materia migratoria.
Nunca he sido balaguerista, pero hay que reconocer que siempre Balaguer le dijo un no rotundo a las presiones de Estados Unidos para que estableciera campamentos de refugiados haitianos en la frontera entre República Dominicana y Haití.
Hoy, en el gobierno de Abinader y del PRM, se advierte una masiva presencia de nacionales haitianos que han entrado como perros por sus casas por la frontera domínico-haitiana.