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Lo que la redada histórica de Mar-a-Lago podría significar para Trump, las elecciones y la salud de la democracia estadounidense.
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El lunes, el FBI ejecutó una orden de allanamiento en Mar-a-Lago, una de las casas del expresidente Donald Trump.
La justificación de la orden no ha sido confirmada, pero supuestamente está vinculada a una investigación criminal federal sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Trump, supuestamente con implicaciones de seguridad nacional y en violación de la Ley de Registros Presidenciales.
Aquí están mis cinco grandes conclusiones basadas en lo que sabemos:
Esto no tiene precedentes. Si bien las investigaciones dirigidas a candidatos nacionales activos o potenciales, como la de Hillary Clinton en 2016, han ocurrido antes, una investigación dirigida a un expresidente que probablemente se postulará nuevamente es la primera y cruza un rubí importante en la política estadounidense.
Habiendo dicho eso, Trump fue un presidente sin precedentes en muchos sentidos, y su comportamiento sin precedentes ha tenido consecuencias sin precedentes (piense en el 6 de enero, dos juicios políticos, etc.). Al final del día, Trump es un ciudadano privado sujeto a la ley del país.
Como dijo Kevin Williamson, del National Review: “Si realmente creemos, como decimos que creemos, que esta es una república, que nadie está por encima de la ley, que la presidencia es solo una oficina temporal del poder ejecutivo en lugar de una cuasi- derecho real, entonces no hay nada tan notable en que el FBI entregue una orden de arresto en una casa en Florida”.
Debe haber habido una fuerte causa probable para la redada . El FBI sacó 15 cajas de documentos de Mar-a-Lago, incluso de la caja fuerte de Trump.
Más allá de lo informado en los medios pero no confirmado por el Departamento de Justicia, no sabemos cuáles son esos documentos, qué estaba buscando el FBI o cuál es el alcance de la investigación.
El fiscal general Merrick Garland confirmó el jueves que el Departamento de Justicia presentó una moción para revelar la orden de allanamiento y el recibo de propiedad, por lo que es probable que sepamos más en breve.
Pero lo único que sabemos en este momento es que el Departamento de Justicia debe haber presentado un argumento muy fuerte en la corte para llegar a este punto. De lo contrario, ningún juez federal habría emitido una orden para registrar la casa del expresidente en lugar de simplemente solicitar una citación del gran jurado.
Los cargos republicanos de “cacería de brujas” no son más que BS partidistas. No hay evidencia que sugiera que el FBI y el Departamento de Justicia estén actuando directamente por orden del presidente Biden por razones políticas.
El jefe del FBI, Christopher Wray, fue designado por Trump. Nadie dentro de la oficina, conocida como una de las agencias federales de tendencia más conservadora, o el DOJ ha renunciado a esta investigación, y no ha habido filtraciones que sugieran que tiene motivaciones políticas o es ilegal de alguna manera. Y en 2016, la mayoría de los funcionarios republicanos y el propio Trump apoyaron una investigación del FBI sobre el manejo de material clasificado por parte de Hillary Clinton.
Por supuesto, Trump y sus aliados en el Partido Republicano ahora tienen un incentivo para gritar juego sucio para ganar puntos políticos, al igual que lo han hecho con los dos juicios políticos de Trump y la investigación del 6 de enero.
Pero eso no dice nada sobre los méritos y la legitimidad de la búsqueda e investigación de Mar-a-Lago contra Trump.
Esto va a fortalecer políticamente a Trump dentro del Partido Republicano. Si bien la redada y la investigación relacionada no cambiarán la opinión de muchos votantes sobre Trump, le ofrecen a Trump la oportunidad de revitalizar su posición en el partido y reiterar las afirmaciones de persecución por parte del “estado profundo”.
La narrativa de que se trata de una cacería de brujas partidista no solo contra Trump sino contra cualquier persona a la que se opongan los demócratas y Biden resonará profundamente entre los votantes republicanos, que ya se inclinaban a creer que la baraja está en su contra y que el estado de derecho y las instituciones en los EE. roto.
Ellos y los líderes republicanos apoyarán a Trump y a los políticos alineados con Trump. Incluso el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que claramente no quiere que Trump sea el candidato para 2024 y que, de lo contrario, podría haber estado inclinado a distanciarse de él, se verá obligado a apoyar públicamente a Trump en este entorno.
Esto va a dañar la democracia estadounidense. La confianza en nuestras instituciones legales y judiciales se ha estado erosionando durante mucho tiempo.
Pero el ímpetu republicano por deslegitimar este incidente y cualquier investigación de Trump como una cacería de brujas partidista inapropiada socava aún más el estado de derecho.
Esto hará que las próximas elecciones intermedias sean más feas y aumente las probabilidades de disturbios civiles o una peligrosa crisis constitucional en 2024. También garantiza que una probable mayoría republicana en la Cámara se centrará en las investigaciones partidistas del Departamento de Justicia, la Casa Blanca y la familia Biden arriba. todo lo demás.
Un coche de policía frente a la residencia de Trump en Florida el 8 de agosto. (Giorgio Viera/AFP vía Getty Images)
Mi opinión personal sobre todo esto es que Trump debería ser investigado si el Departamento de Justicia tiene pruebas de que ha infringido la ley. Diría lo mismo de cualquier otro expresidente, demócrata o republicano.
“¿Qué pasa con Hillary Clinton/Hunter Biden?” muchos de ustedes se preguntarán. Bueno, Hillary ya ha sido investigada varias veces y exonerada , pero si el Departamento de Justicia encuentra nuevas pruebas de conducta delictiva, debería investigarla.
También creo que Hunter Biden debería ser investigado por aprovechar su relación con su padre para realizar negocios en Ucrania y China, al igual que creo que Ivanka Trump debería haber sido investigada por usar su relación con su padre, así como su posición oficial en el White.
Casa para obtener licencias comerciales de China. Veo ambos casos como equivalentes y profundamente problemáticos.
Aún así, este es el ex presidente de los Estados Unidos del que estamos hablando. Es alguien a quien tengo un estándar más alto y alguien que no debería estar por encima de la ley. Si Trump cometió un delito, debería ser tratado como un criminal.
