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DISCURSOS EN LA ONU TRAZAN CONTRADICCIONES Y TENSIONES

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Bajo la cúpula de la Asamblea: discursos que trazan contradicciones y tensiones

Nueva York— Bajo la solemnidad de la Asamblea General de Naciones Unidas, esta 80.ª sesión ha desplegado una suerte de desfile de contradicciones y apuestas estratégicas. Desde elogios retóricos hasta negaciones dramáticas, las intervenciones del día revelan no solo posturas sino sus grietas. Aquí van los tres ejes principales que dominan las salas y pasillos del Palacio de Cristal.

Milei y el elogio a Trump: migración, omisiones y cálculo político.  El presidente argentino Javier Milei ofreció una intervención que fue aplaudida por algunos y criticada por muchos por su enfoque sesgado. Según crónicas en directo de El País, Milei elogió las políticas de Trump “para poner freno a la migración”, equiparando la migración con una invasión, y pidió que otros países “hablen y condenen a Rusia”.

Lo llamativo: Milei evitó referirse al conflicto en Gaza, a diferencia de muchos otros mandatarios que en esta jornada han enfocado sus discursos en condenas al uso indiscriminado de la fuerza en la Franja.

Este silencio no es casual: señala una alineación clara —con Trump, con ciertas narrativas conservadoras de orden y seguridad interna— y un cálculo político interno propio de su estilo confrontativo.

Más allá del elogio diplomático, Milei aprovechó para reclamar la soberanía de las Malvinas, denunciar lo que llama “violencia política de izquierda” y reafirmar su sintonía ideológica con EE. UU.

El gesto no es nuevo: Milei ha buscado proyectar una imagen de sintonía con figuras de la derecha global, pero aquí el riesgo es que omitir la guerra en Gaza lo exponga a críticas de falta de empatía internacional.

En suma: Milei acude a la tribuna con su libreta ideológica bajo el brazo. Elogia un estilo duro contra la migración, evita conflictos incómodos, y mantiene su narrativa polarizante intacta.

Irán: “Nunca buscaremos armas atómicas” — Otro de los discursos más seguidos fue el del presidente iraní Masoud Pezeshkian, quien en su intervención ante la Asamblea reafirmó que Irán “no busca crear una bomba nuclear, ni jamás lo ha hecho”, calificando como “abuso manifiesto” las sanciones occidentales impuestas a su país.

Este pronunciamiento cobra especial significación en un contexto en el que varios países europeos (Reino Unido, Francia y Alemania) han activado el mecanismo de “snapback” (reimposición de sanciones) luego de acusaciones de incumplimiento del acuerdo nuclear de 2015.

Pezeshkian denunció que esas medidas obedecen a presiones de EE. UU. y que el E3 actuaron “al dictado” de intereses externos.

Pero basta mirar los hechos recientes para relativizar el discurso. Si bien afirma que su programa nuclear es pacífico, Irán ha desplegado niveles de enriquecimiento de uranio elevados (60 %) y resistencias a inspecciones de la IAEA (agencia nuclear de Naciones Unidas).

Además, Irán ha suscrito acuerdos con Rusia para construcción de centrales nucleares, lo que complica su narrativa como actor que “solo” persigue fines energéticos.

En definitiva: Pezeshkian sale a la tribuna con un discurso de inocencia nuclear, pero en un contexto plagado de suspicacias, sanciones y exigencias de transparencia. Sus palabras apuntan a ganar legitimidad diplomática, pero el desafío para Irán reside en traducir esas promesas en hechos verificables.

El Rey de España: condena, responsabilidades y diplomacia en tensión Quizás no sorprendió que España —por boca de su Jefe del Estado— elevara el tono de condena en esta Asamblea. Felipe VI abrió la segunda jornada con un discurso contundente en el que exigió que Israel detenga la “masacre” en Gaza y denunció los actos que “repugnan a la conciencia humana”. Felipe VI alertó sobre bombardeos a hospitales, escuelas y zonas pobladas, y pidió un alto el fuego con garantías, liberación de rehenes y entrega de ayuda humanitaria.

Aunque reconoció el derecho de Israel a defenderse, condiciona esa defensa al respeto del derecho internacional humanitario.

El discurso del monarca no es improvisado: fue cuidadosamente debatido entre La Zarzuela y el Gobierno, con discusiones sobre si emplear o no el término “genocidio”. El País +3 El País +3 Cadena SER +3 Detrás está la tensión política interna: el PP rechaza que el Rey use ese término, mientras el Ejecutivo tiende hacia una posición más firme.

España va un paso más: el Gobierno madrileño decretó con urgencia un embargo de armas a Israel y anunció que responderá diplomáticamente si la flotilla humanitaria que parte de España sufre agresiones.

También se autorizó una investigación sobre posibles crímenes de guerra israelíes cometidos en Gaza con jurisdicción española.

El gesto del Rey marca una transición simbólica —España habla no solo desde su gobierno, sino también desde su Corona— y busca proyectar un liderazgo moral en defensa de los derechos humanos. Pero tal decisión no está exenta de riesgo diplomático, sobre todo frente a las presiones desde Israel y su alianza con EE. UU.

¿Qué se juega detrás de estos discursos? Autoridad moral vs. realpolitik: El ataque verbal con que Felipe VI condena la masacre es poderoso, pero la traducción práctica (presión diplomática, sanciones, compromisos multilaterales) será la medida de su impacto.

Narrativas contrapuestas: Milei propone una migración como tema de frontera y seguridad, mientras otros mandatarios arrastran sitios de conflicto armado y crisis humanitarias.

Credibilidad y verificación: En el caso iraní, la severidad de las sanciones y la presión diplomática vuelven esencial que Irán pueda demostrar con hechos, no solo palabras, que su programa nuclear es pacífico.

El techo de la omisión: El silencio de quien podría condenar una masacre dice mucho más que cualquier palabra. Que un presidente evite Gaza a estas alturas indica posicionamientos claros: respaldo a ciertos aliados, ausencias tácticas, no neutralidad.

Juegos domésticos en clave internacional: Cada discurso también le habla al elector interno. Qué tan firme o moderado se es depende tanto de alianzas internacionales como del equilibrio político en casa.

-Luis Rodriguez Salcedo para TeclaLibre-

rodriguezsluism9@gmail.com      https://teclalibremultimedios.com/category/portada/

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