María Farazdel, mejor conocida como Palitachi es una poeta 24/7, creativa, animadora, chispeante, en Bolivia recibió la condecoración de Embajadora Universal de la Cultura, avalada por la UNESCO, 2014 y Embajadora honorifica de Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas – SIPEA, ha sido reconocida por difundir la literatura latinoamericana, proclamada por la Alcaldía de New Jersey, 2017 y traducida al inglés, francés, italiano, serbio, árabe, portugués. Miembro del PEN Club of América y de República Dominicana.
Libros publicados: My little paradise, Entre voces y espacios, De cuerpos y ciudades, Las horas de aquel paisaje, Once puntos de luz. In fraganti, Bitacora del insomnio, La trilogia Voces de América Latina I, II, III, Voces del vino 2017. Figura en mas de treinta antologías.
Palitachi es poesía, inicia el segundo volumen de su compilación Voces de América Latina con el prosista poetas sentipensante: Eduardo Galeano, el uruguayo universal de los abrazos y el mundo patas arriba; peregrina, recorre las venas poéticas de América Latina, cultivando la hermandad, la unidad latinoamericana, el abrazo, derribando fronteras y enlazando en un canto a la vida, al amor, a la realidad social, a las montañas y valles que nos circundan.
Convencida de que toda antología es excluyente, trata de ser inclusiva sin tomar en cuenta militancias o no en corriente literaria o estética alguna, lo que importa es “la poesía que es el arma perfecta para la unión y la fraternidad que necesitamos” lo que importa es como ha ido evolucionando la poesía en nuestro continente.
Los poetas dominicanos incluidos en estas Voces son: José Acosta, León Félix Batista, José Ángel M. Bratini, Denisse Español, Bernardo Silfa Bor. Entre ellos escogemos a Denisse Español, 1975, poeta, ensayista y editora, madre, hija, esposa, amiga, profesional de la arquitectura, dominicana de Tenares, Autora de los poemarios Mañana es Ningún día (2013) y Una casa en la palma de tu mano (2016), con la editorial Mediaisla, y una versión centroamericana de este último editada por el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica 2016; también de los cuadernillos No conozco el cartero (2016) y Cartemas (2018), de la colección Playa Sucia, editados por el proyecto editorial La Chifurnia. Responsable del Rincón Cultural de la revista Zona Este del Listín Diario. Fundadora del grupo literario-multidisciplinario Café de Artistas de Punta Cana y organizadora del recital poético anual de la misma localidad.
https://www.youtube.com/watch?v=p9Tu6VlVgec&t=217s.
Tengo una mujer en mi canasta.
Tengo una mujer en mi canasta
La paseo por los prados encendidos
su cuerpo, millones de pétalos latentes
sacuden mi estructura.
La esparzo sobre la tierra,
dejo caer sus pétalos entre las rocas
el retoño de su aliento es un rayo fulminante
hueco clandestino
pariendo flores de sus múltiples tierras.
Hemos caminado hasta el mar
ahora es un pez sobre las olas
su risa enredada entre las algas
su voz corre libre hasta el fin de la sal.
Esta simple mujer
quiebra el mundo con sus piernas
cascanueces furioso de injusticias.
Infinita en la fuga,
hace volar sus pétalos sobre el viento.
Mi canasta parece vacía
ella es ahora una mujer mil veces confirmada,
extensa, desplegada
arrullando el cosmos con su vientre.
Brasil forma parte de esta antología en las voces de los poetas: Cristiane Grando, Malu Otero, Thiago Ponce de Moraes, Lucas Viriato.
De Haiti están presentes: Marckenson Jean Batiste, Berthony Lanot y Claude Sainnecharles.
https://www.youtube.com/watch?v=Q5J9rSa7i3c.
De Puerto Rico están presentes: Rubis Camacho, Iris Violeta Pujols, Mario Antonio Rosa, Marcos Reyes Davila quien es catedrático de la Universidad de Puerto Rico, director de la revista Exegesis, ex director del Instituto de Estudios Hostosianos. Estuarios, Goyescas, Los pájaros de invierno, Una lluvia tan grande campanas, Del fuego sobre el agua, Las cuerdas del aguacero. Forma parte de la Junta Directiva del Festival Internacional de Poesía de Puerto Rico.
Arqueología del verde de tu nombre, de Marcos Reyes Davila.
I. Todo en mi entorno era tu huella
No sé si descubrí tus ojos
al despertar
o si me llevo a ellos
el colibrí peregrino de un sueño.