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ESTADOS UNIDOS -La administración de Donald Trump anunció que está abriendo investigaciones sobre las cadenas de suministro de productos farmacéuticos y de semiconductores, lo que probablemente resultará en aranceles que perjudicarán a los proveedores en Europa, India y Canadá.
La medida demuestra que, a pesar de la fuerte resistencia política y del mercado, Trump todavía cree que los aranceles beneficiarán a su país a largo plazo al reequilibrar el comercio e impulsar los empleos manufactureros.
El anuncio farmacéutico causó dolores de cabeza a los productores canadienses de medicamentos genéricos e ingredientes farmacéuticos, que advierten de peligrosas interrupciones en las cadenas de suministro si la administración estadounidense actúa de manera errática.
Trump dijo la semana pasada que los aranceles farmacéuticos traerían un auge manufacturero a Estados Unidos: “Se irán de otros lugares porque tienen que vender; la mayoría de sus productos se venden aquí, y van a abrir sus plantas en todas partes”.
Pero, al igual que con otros aranceles de Trump, la medida podría aumentar los precios para los consumidores, a la vez que ofrece beneficios inciertos para la industria estadounidense. La propia imprevisibilidad de Trump constituye una desventaja importante. Debido a los estrictos controles de permisos, la construcción de instalaciones farmacéuticas tarda años, y los frecuentes retrocesos de Trump podrían convencer a las empresas de que no es prudente realizar inversiones a largo plazo.
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